martes, 16 de mayo de 2017

HOMENAJE A LA NOBLEZA

"Si no sos capaz de defender el derecho de tu peor enemigo de la misma forma en que defendés el derecho de tu propio hijo, entonces no hables de derechos humanos; no hables de justicia"

Graciela Fernandez Meijide

viernes, 5 de mayo de 2017

ESPERANDO EL DESTINO



A story that begins in a charity party in the south of Spain; continues through Asunción, capital of Paraguay; ciudad del Este, capital of unlawful activities and finishes in Buenos Aires.
Our now friends, Jordi Gonorria, economist who also plays the role of amateur “chef” and the former police inspector Quito Verdudo, rub shoulders with the human trafficking mafia and with the politicians that rig them.
A tough story, traced by a doomed fate, that even though some passages may amusse us, in others load us with the anguish produced by this modern way of enslaving and abusing of the helpeless. As it is already a custom, they are accompanied by the usual friends and characters arised from the story, the literature and even from the movies. And they end up stumbling with astonishing revelations of  current issues which the media published in front pages not long ago.
In the itinerary, our economist-cook some times enjoys and others bears his emotional and erotic hieroglyphs. And he makes time to offer us delicious dishes, kitchen stories and hot news about economy and economists.

Available (in spanish) AMAZON KINDLE store.


jueves, 20 de abril de 2017

LIBRO PAPEL O LIBRO DIGITAL?

He leído que una amplia encuesta en el mundo de la edición, difundida en la Feria de Fráncfort en el año 2008, aseguraba que para el 2018 el libro digital superaría al libro papel.
Y, efectivamente, daba la impresión que el libro digital se iba a comer a los chicos crudos. Pero eso, hasta ahora al menos, no ha ocurrido. Y las opiniones son encontradas.
The New York Times publicó, no hace mucho, un reportaje  en el que hablaba del "declive" del libro digital, que fue contestado por otra información en la revista Fortune, que decía más o menos lo contrario.
Una discusión de nunca acabar. Sobre la que cada uno tiene su opinión y su buena razón para elegir a uno u a otro.
De todas maneras, el mercado digital está creciendo según los expertos. Por caso   Iría Álvarez, responsable de desarrollo digital y ventas digitales en Penguin Random House, afirma que "está funcionando menos de lo que esperábamos, pero estamos creciendo a un ritmo de doble dígito, principalmente por el mercado latino y de Estados Unidos". Coincidiendo en este punto de vista  con Santos Palazzi, director de Digital en la editorial Planeta, el otro gigante de la edición en español.
En fin. Vaya a creerles. Imposible dar una respuesta confiable y contundente.
Como esta discusión no se puede saldar, por ahora al menos, les propongo a los afectos al libro papel que husmeen en el mundo digital. Con el solo objetivo de conocer un poco a Jordi Gonorria y a Quito Verdudo. Un poco al menos. Para que estas "criaturas del aire", en el decir de Fernando Savater, puedan hacer nuevas amistades.
Para ello escriban “kindle amazon” en el buscador que usen (google, yahoo, etc). Abran la página y en la ventana escriban el nombre de uno de mis libros. Busquen con la lupa de la derecha y cuando se abra hagan clic – o cliqueen, no se como se dice -  en la foto de la tapa. Y en la siguiente secuencia vuelvan a hacer clic en la foto de la tapa.
No van a descubrir al asesino ni aprender  magníficas recetas. Pero podrán conocer de primera mano a mis amigos Gonorria y Verdudo. Y podrán leer bastante del principio de cada narración.
Para aquellos reacios a incursionar en el mundo de la tecnología, es una buena forma de confraternizar con los libros sin papel.
Y de conocer a “mis criaturas del aire”.




REVISTA LITERARIA RESONANCIAS

En la edición 139 de la prestigiosa revista literaria Resonancias                                                              www.resonancias. org
se publica una crítica sobre las novelas que tienen por protagonistas al economista y cocinero Jordi Gonorria y al también economista y destacado ex jefe de delitos complejos de la policía federal, don Quito Verdudo.

Como podrán apreciar, nuestros amigos están “al loro”. Como diría un amigo español.

martes, 11 de abril de 2017

¡Viva la grieta, viva el amor!

Como todo el mundo sabe, es imprescindible que los argentinos sigamos emputecidos con la famosa grieta y la convulsión política nacional.
No vaya a ser cosa que la conflictividad decline y empiecen a aflorar nuestras propias frustraciones personales, nuestras limitaciones, nuestras miserias, los problemas de pareja, la dificultad para socializar, los complejos de inferioridad, los Edipos no resueltos y finalmente el miedo a la inexorable muerte y a la eterna oscuridad que desemboca en ese profundo y desconocido océano de infinitas almas condenadas al olvido o ya olvidadas.
Yo se que mi misión, amigo lector, es entretenerlo y no tirarle este acoplado de angustia por la cabeza un domingo a la mañana, pero hoy arrancamos así.
Si a la hora de pensar la política tuviéramos en cuenta este concepto básico existencial, entonces sería mucho más llevadero el hecho de cruzarte en plena Avenida 9 de Julio con un atorrante, palo en mano, enmarascarado con el pañuelo shemagh de la falsa intifada bonaerense, al grito de "¡por acá no pasa nadie, gato!”.
Al lado de cualquier drama existencial, este atropello delictivo y autoritario es un sólo un simpático contratiempo cotidiano. Sin embargo, vivimos enloquecidos por cosas como estas y no podemos parar la moto.
En realidad, la famosa grieta de la que tanto nos quejamos y no podemos salir, hace un magnífico aporte a la negación de los verdaderos conflictos de la condición humana.
Por más que uno quiera arrancarse los pelos del upite, es más saludable escuchar las amenazas de Moreno y comprender lo que un inútil fue capaz de hacer con la economía del país, antes que enfrentar a tu propio hijo diciéndote: “papá sós un fracasado, mi máxima aspiración es enterrar el mandato paterno”.
Nos volvemos locos cuando vemos una banda de tipos repartiendo helicópteros de juguete y cantando “Macri basura, vos sos la dictadura”, sin pensar que sería mucho más grave que hoy tu jermu te dijera: “gordo, en lugar de ver el partido tenemos que charlar porque despúes de 30 años de matrimonio me siento deserotizada”.
Sin darnos cuenta, hemos puesto a la grieta por delante de todo y le hemos otorgado un rol trascendente. Nos mantiene vivos, fuertes, encendidos, alertas, entrenados. Pero por sobre todo nos mantiene bien idiotas, que es la manera más fácil de eludir la idea de la muerte y sus afluentes. O sea, nos aleja de lo importante.
Por eso, ya sería hora de ir aflojando un poco con el asunto de la grieta, sin que esto signifique poner en riesgo la acción terapéutica que ejerce sobre las verdaderas angustias del ser humano.
Desde la época que arrancó la falange neofascista de Gvirtz y Sposlky, nos hemos acostumbrado, noche tras noche, a meternos en la cama empastillados. Aunque aquellos dos miembros fundacionales de la grieta ya se rajaron con los millones que cobraron del Estado dejando un tendal de desocupados, la costumbre farmacológica no se ha perdido.
Si bien todavía la realidad política nos sigue dando razones para preocuparnos, pareciera ser que llegó el momento de ir bajando la dosis de Rivotril que habitualmente consumimos durante el zapping de los programas políticos. Ojo, nadie habla de clavarse un editorial de Leuco en ayunas. Vamos de a poco.
¿Cómo terminar con la grieta si es que realmente nos interesa dar vuelta la página, empezar a caminar hacia adelante y ocuparnos de lo importante?
Primero, entendiendo de que se trata. Acá es necesario aclarar que esta famosa grieta no define a dos sectores enfrentados, sino que expone a un sector que manejó el Estado Nacional durante una década y persiguió al otro al que consideró un enemigo de la Patria, del pueblo, de la democracia y de la defensa de los derechos humanos.
Cuando creímos ver dos bandos y descubrimos que uno de ellos controló todo el Estado, entonces no hubo dos bandos, hubo uno solo. Del otro lado, un montón de gente defendiéndose como podía. Esto ya lo aprendimos en el 76.
Segundo: ¿quien empezó con la grieta? Veamos.
En 1983, usted y su cuñado votaron a Alfonsín, verdad? En los ’90, usted y su cuñado se daban manija juntos puteando a Menem, verdad? En 2003, usted y su cuñado se alegraron cuando Menem fue finalmente derrotado y vieron con cierta simpatía a ese raro personaje que llegaba desde Santa Cruz, verdad?
Pero un par de años después, usted se empezó a avivar de lo que realmente era el kirchnerismo y su cuñado no, verdad? A partir de ese momento, su cuñado dejó de ser ese agradable muchacho que se había casado con su hermana para pasar a ser “el basura de mi cuñado”.
La historia familiar demuestra que ambos tienen un pasado político parecido. Sin embargo, un buen día los caminos se bifurcaron y usted no pudo volver a compartir una cena en paz con el basura de su cuñado.
Conclusión: está claro que la grieta la empezó el kirchnerismo. Y posiblemente si llegó con el kirchnerismo, se irá con el kirchnerismo. O sea que se estaría yendo.
Sin embargo la cosa no es tan simple. Hace falta que usted también haga su parte. Entiéndalo amigo lector, hoy el basura de su cuñado es un gato acorralado. Ayúdelo. No lo ofenda más. No vuelva a llamarlo choripanero ni ninguna de esas pelotudeces. No le hable de Boudou, ni de D’Elía, ni de De Vido, ni de Aníbal, ni de ninguno de aquellos a los que la historia ya pasó a retiro. Haga de cuenta que Venezuela y Maduro no existen. Ni se le ocurra tocar de tema de López y la monjita.
Tráigalo de vuelta a la Constitución. Hágalo sentir bien. Busque el demócrata que todo cuñado lleva adentro. Llévelo al territorio del disenso civilizado.
Trate de congraciarse con sus dirigentes, especialmente los que ya se rajaron del kirchnerismo. Por ejemplo, en el asado de hoy, cuando el crápula se siente a la mesa usted le tira un “Che, que interesante las declaraciones de Abal Medina, no?” o “¿Mide bien Randazzo en la provincia?”.
Para que el tipo no crea que usted lo está cargando, cada tanto fije posición y baje un poco de línea: “che, que revelación la piba Vidal, no?? Vaya de a poco. Fíjese bien, antes de meter un bocadillo, que el tipo haya terminado de masticar, no sea cosa que por una simple mención sobre Bonadío se le atragante una achura.
Ya se que no es una tarea sencilla. Pero es el único camino.
Dijo Santiago Kovadloff esta semana: “Argentina no es una Nación, es un escenario de disputa brutal. Somos un conglomerado que pelea por la supremacía protagónica de la realidad”.
Tal vez sea una ventaja. Las naciones, como los seres humanos, últimamente andan con muchos problemas existenciales.
Dependerá de nosotros. Seguir felices con la grieta o cerrarla de una buena vez y sentarse a hablar con la patrona porque no estaría sintiéndose una mujer plena.

Amigo lector, usted decide que es lo importante.

Alejandro Borensztein

diario Clarin  9/04/2017