domingo, 4 de septiembre de 2016

EL UNICO INFORME PROFESIONAL SOBRE LA EXPLOSIÓN QUE DESTRUYÓ LA EMBAJADA DE ISRAEL

La Corte Suprema -  en una composición anterior - tuvo por probado que el hecho fue causado por la explosión de una carga de pentrita y trinitrotolueno, que había sido acondicionada en la parte posterior derecha del interior de una camioneta estacionada en la puerta de la embajada.
A raíz de las dos o tres pericias de la Policía Federal, de la Gendarmería y de un arquitecto independiente,   contradictorias en varios aspectos, la Corte decidió convocar a la Academia Nacional de Ingeniería para que designe a tres peritos, con el objeto de determinar con la mayor exactitud posible el lugar de la explosión. Así se lo anticipó telefónicamente Moliné OConnor, vicepresidente de la Corte, al ingeniero Antonio Marin,  presidente de la Academia. Cumplidos los pasos formales, el presidente de la Academia, con la aquiescencia de su directiva, se avocó a escoger a los profesionales más idóneos para afrontar la tarea. Había dos que encajaban naturalmente en el requerimiento. Los ingenieros Arturo Bignoli,  a quien podemos calificar como  "el Favaloro de las estructuras" y  Alberto Puppo, experto en la materia y, para más, en explosivos. Encontrar el tercero requirió más ingenio. El ingeniero Rodolfo Danessi, de la universidad de Tucumán.
En este punto voy a ser minucioso en los detalles, arriesgándome a parecer fatigoso, porque es la parte central de esta charla
Así que teníamos a los tres expertos.
Alberto Hugo Puppo.  Ingeniero civil egresado de la Universidad de Buenos Aires,  miembro de número de la Academia Nacional de Ingenieria y director del Instituto de Construcciones y Estructuras y de la Academia de Ingenieria de la Provincia de Buenos Aires.  Director de la Maestría de Ingeniería Estructural de la Escuela de Posgrado de la Universidad Tecnológica Nacional, profesor y decano de la Facultad de Ingenieria de la Universidad de Buenos Aires, investigador  principal de los programas de desarrollo tecnológico en el área del comportamiento estructural de los materiales compuestos en la Whittaker Corporation, Research and Development Division, en San Diego, California. Premio Consagración Ingeniero Camilo Benito Rodríguez de la Academia de la Ingeniería de la Provincia de Buenos Aires.
Arturo Bignoli. Ingeniero civil egresado de la Universidad de Buenos Aires, con diploma de Honor. Académico titular y ex presidente de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Física y Naturales.  Académico titular de la Academia Nacional de Ingeniería y desde 2010 Presidente Honorario. Profesor titular de Estabilidad en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. Profesor titular de "Resistencia de materiales. 2do.Curso" en la Facultad de Ciencias Fisicomatemáticas de la Universidad de la Plata.  Rector de la Universidad Austral. Premio Buge y Born "Ingeniería" del año 1976. Premio centenario Ing. Enrique Butty del Centro Argentino de Ingenieros, año 1988. Premio “La Ingeniería” del Centro Argentino de Ingenieros, año 1996. En 1985 publica "Introducción al cálculo de la confiabilidad de la estructuras civiles" que mereció el Primer Premio Nacional de Ingeniería en 1986. Introdujo con él el tema en nuestro medio en cursos de postgrado. Member of Editorial International Board of "Engineering Structures" Butterworth-Heinemann”.
Ha dictado clases en las universidades de Bologna, Padua, Roma, de L'Aquila, Cataluña, Venecia, Bristol en Gran Bretaña, Chile, Montevideo, Innsbruck en Austria. Tiene mas de 214 trabajos y publicaciones sobre la materia. Ha trabajado en la ingenieria de detalle en la Central Nuclear Atucha I, Atucha II, en el control de la ingenieria de detalle en el complejo ferrovial Zarate- Brazo Largo y en la ingenieria de detalle del proyecto ejecutivo del Complejo Hidroeléctrico Yacyretá.
Rodolfo Francisco Danessi. Ingeniero en Construcciones egresado de la Universidad Nacional de  Tucumán. Magíster en Ciencias de la Rutgers The State University , Estados Unidos. Doctor en Ingeniería de la University of London, Inglaterra. Profesor titular de Mecánica Estructural en la Universidad Nacional de Tucumán. Académico de número de la Academia Nacional de Ingeniería. Investigador principal del CONICET. Presidente de la Comisión Asesora de Ingeniería y Tecnológica del CONICET. Premio Internacional "Thomas Telfort 1983" , para muchos  un reconocimiento equivalente al premio Nobel en el ámbito de la Ingeniería. Tiene muchísimas publicaciones sobre su materia en revistas especializadas.
Y estos tres profesionales que,  además de saber algo de esto, son personas honorables y sin ningún interés mediático o personal,  cumplieron el cometido encargado por la Corte.
Y establecieron que la explosión se produjo en el interior de la embajada.
El día 15 de mayo de 1997  se hicieron presentes en la Sala de Audiencias de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, los integrantes de dicho cuerpo, con la excepción del Dr. Fayt, ausente por razones de salud,  otras autoridades judiciales, representantes de la parte querellante, así como " los señores peritos de Gendarmería Nacional, segundo comandante perito (R.V.) Osvaldo Laborda, comandante principal de pericias, ingeniero químico Osvaldo Farré, comandante principal de pericias, licenciado en química Mario Alfredo Galia , los señores peritos de la Policía Federal, Comisario Carlos Néstor López, Subcomisario Raúl Arbor y Principal Daniel Roberto Seara, señores peritos ingenieros, ingeniero doctor Rodolfo Danessi , ingeniero civil Alberto Hugo Puppo e ingeniero civil Arturo Bignoli."
Curiosamente, no asistió el experto israelí Yacok Levi, no obstante haber sido invitado y, a pedido de la parte querellante, la audiencia no fue abierta al público.
Los peritos oficiales comenzaron a desgranar sus teorías, contradictorias entre ellas en algunos aspectos, que ya habían sido profusamente difundidas en los medios por las declaraciones de los propios profesionales. No se conocen los antecedentes académicos del comandante Laborda ni de los peritos policiales. Y las incumbencias del ingeniero químico Osvaldo Farré y comandante principal de pericias, licenciado en química Mario Alfredo Galia, son claramente ajenas al tema en cuestión.
Vale la pena leer las actas de esa audiencia para poder apreciar el conocimiento y, por ende, la claridad y contundencia de la pericia de los ingenieros designados por la Academia. Yo solo les voy a leer la respuesta a la pregunta casi final de la Corte: “Trabajaron de manera conjunta? ¿Emplearon los mismos métodos de investigación?”
Respuesta del ingeniero Danessi, que antes había explicado que contó con la colaboración del Laboratorio de Estructuras de la Universidad de Tucumán. En este laboratorio, que es un centro de investigación y postgrado, existe un grupo que trabaja en mecánica computacional, que está integrado por un conjunto de investigadores que no solo son ingenieros civiles sino que, más aún, tienen estudios de postgrado realizados en el país y en el extranjero, con grados académicos de master en ingeniería estructural y doctor en ingeniería. El grupo está encabezado por el doctor Guillermo Etse, que lo acompañaba  en esos momentos.
“Decidimos trabajar de manera independiente, empleando métodos diferentes, cálculos diferentes y realizando estudios diferentes. El ingeniero Bignoli utilizó probabilidades físico-matemáticas, el Ingeniero Puppo mecánica estructural clásica, y nosotros utilizamos la simulación computacional, que en ese entonces fue una primicia en Argentina por lo novedoso, existiendo avances solo en los EEUU e Inglaterra. Este método elegido nos permitió obtener un alto grado de precisión, a tal punto, que pudimos indicar el lugar más probable en el cual estuvo la carga explosiva al momento de detonar. Cabe aclarar que este método y las conclusiones a las cuales nos fue posible arribar por su implementación, nos significaron inclusive reconocimientos desde los EEUU y Francia.
Pregunta: ¿Los tres Peritos arribaron a las mismas conclusiones, o tuvieron diferencias? ¿si existieron, podría decirnos cuáles fueron?
Respuesta: No tuvimos diferencias, y los tres peritos arribamos a la misma conclusión, la cual fue que la explosión que originaría severísimos daños en la Embajada de Israel, el Consulado de Israel y alrededores, se produjo en el interior de la Embajada y que la misma no fue causada por un coche bomba.”
Y tuvieron tiempo para refutar las pericias oficiales y las interpretaciones conspirativas que circularon.
"Yo he mostrado acá dos fotografías donde aparece una grúa que entró en el lugar al anochecer de ese primer día. Allí vemos que en la posición que da para el cráter el informe de Gendarmería Nacional tenemos ubicada una grúa, con un peso de muchas toneladas, sobre un pavimento que está totalmente liso..."
Además, tenemos otra cosa más. Nosotros hemos pedido un informe a Aguas Argentinas , mejor dicho: lo pidió la Corte por solicitud nuestra. Y nos han informado que con 80 centímetros de tapada y 80 centímetros hacia afuera de la línea municipal - la tapada es del plano de la vereda hacia abajo - tenemos ubicado un caño de un material frágil, de hierro fundido...Entonces, de acuerdo con la posición del cráter, no es admisible que ese caño no se haya destruído completamente en el momento de la explosión..."
 “También tenemos, con respecto a esto del cráter, otra cosa que es sugestiva. Quisiera hacer un comentario particular sobre una apreciación del señor perito de la Gendarmería, que dice que no se puede hacer un cráter si no es con una explosión. La ciudad de Buenos Aires está llena de cráteres y no hay explosiones todos los días. Entonces, eso desvirtúa totalmente esa hipótesis. Con un pico es perfectamente posible hacer un cráter en unos minutos... Por otra parte, esto está avalado por la muy baja resistencia que tiene el hormigón en esa zona, de acuerdo con los mismos ensayos que presentaron esta mañana, que en algunos casos no alcanzan los 10 megapascales."
Y cuando les preguntaron cual era  la posición de los peritos con relación a "lo que ha informado el perito de Gendarmería respecto de que se mantuvo indemne el sótano de la Embajada, que estaba abajo - supuestamente - o hubiera estado abajo, de donde se produjo la explosión” De haberse producida adentro, como afirman los peritos ingenieros.  Al respecto resulta muy interesante la contestación del Ingeniero Puppo:
"Le agradezco que me lo recuerde, porque era un tema que quería exponer y lo había dejado de lado. El sótano está ubicado en la parte posterior de la Embajada, en una zona cercana más al Consulado. Es decir, donde empieza el techo a dos aguas, en la parte de atrás está el sótano. O sea, que no hay sótano donde presumimos que estaba el centro de la explosión . En realidad, no había , para decirlo en términos más reales."
Esto da por tierra con ligeras pero muy difundidas acusaciones indicando que la embajada tenía un arsenal en su sótano.
No obstante esto, el gobierno israelí salió inmediatamente a descalificar y a negar las conclusiones de esta pericia. Las razones eran evidentes. Si la explosión fue adentro, hubo una falla en el sistema de seguridad de la embajada, considerando especialmente que a la sazón estaban en obras y entraban y salían obreros y materiales. Pero, de todas maneras, guardaron luego un discreto silencio y trataron de poner un manto de preterición sobre este tema.
Tema que ahora ha logrado volver a tener cierta vigencia por las circunstancias político - policiales que atraviesa el país.
Lo curioso fue como la  Corte aceptó por buena la tesis de la explosión externa a pesar de lo abrumador de los elementos que indicaban otra cosa.
Cabe pensar que se trató de una decisión política, inducida por el poder ejecutivo, a cuyas sugerencias la mayoría de los miembros de dicha Corte se mostraba permeable.
Y seguramente, de esa manera, evitar una confrontación con el estado de Israel e indirectamente con Estados Unidos.


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