jueves, 28 de mayo de 2015

SE IGUAL

Encender  la  television que supimos conseguir resulta sin duda una tarea insalubre. Pero sirve para conocernos mejor. Y hasta para descubrir los rasgos mas cochambrosos de nuestra sociedad.
Pero hay un aspecto que casi me enferma. Y es la “opinología”. Una tecnología absolutamente criolla, desarrollada “ad nauseam” por los llamados medios de comunicación, seguramente  como tono extremado en el ejercicio de los célebres derechos humanos. En este caso, el derecho a opinar, aunque el que lo haga no tenga la mas menuda idea de lo que está hablando.
Así que siempre hay una multitud de sabidillos dando su opinión,  sin ninguna incumbencia sobre el tema que atracan . Y los hay de dos tipos: los que tienen la soltura de una verba fluida y, los mas,  los que tienen cruentos conflictos con el lenguaje y un, diría, impertinente desprecio por las eses.
Luego los bardos se irán a dormir, seguramente satisfechos. Dejando a la intemperie a ajenos que tendrán que soportar las barbaridades, falsificaciones, patrañas y nuevas leyendas urbanas que propagarán  sus ocasionales televidentes.

lunes, 4 de mayo de 2015

ASI SE HACE


En esas últimas elecciones raras que se celebraron en Buenos Aires hace unos días, esas especialmente diseñadas por los políticos para tomarnos aún mas de boludos y boludas, se produjo un hecho que nos permite apreciar que no todo está perdido.
Que el Pro sacó mas votos que los demás partidos  o como se llamen está claro. Y que el segundo grupo mas votado fue el del agua mineral ( la local, no la de los andes), encabezado por el wing izquierdo, el economista de rulos que casi nos lleva a la guerra civil y por una una ex ministra de desarrollo social o bienestar social o algo social, que el día que le llevaron hasta el rimel de la cartera, descubrió que en el ministerio a su cargo se estaba robando mucho. Vamos, hombre!! O vamos mujer, en este caso. Por eso me gustó lo de grupo. Porque alguien puede leerlo por conjunto de personas o como conjunto de bulos. Como le venga en ganas.
Pero en lo que me he fijado, debo decir que sin asombros, es en la gran responsabilidad ciudadana de los habitantes de la ciudad.
Y donde se ve?
Pues mire usted. El gremio de los chorros y afines, ya sea los muchachos que vienen de abajo o los que se han recibido de financistas, coimeros, políticos en pasivo, industriales “nac & pop”  y cosas por el estilo, votaron a sus legítimos representantes. Eso permitió que el kirchnerismo ganara en las cárceles y saliera segundo en Puerto Madero.

Vayan mis sinceras felicitaciones a ese ejemplo  de responsabilidad democrática.

domingo, 19 de abril de 2015

YA ESTA BUENO DE ESO DE LA DESIGUALDAD

Está de moda el tema de la desigualdad. En realidad, siempre es como el pan del día. Lo que ocurre es que tras cada crisis - y la reciente se ha destacado por gorda - la asignatura adquiere una presencia superlativa.
Y se ponen al loro - como diría un español -  personajes, tanto eruditos como alborotadores, que baten el parche sobre esta mortificación. Desde el Papa claro, cuya obligación laboral es, casualmente,  batir el parche sobre tema tan sensible.
Después se suben al carro los cándidos y los atontados de costumbre. Porque parece que es mas fácil amar a la humanidad en general que al vecino de la otra cuadra.
Lo que no he visto - y si lo vi no me acuerdo - es gente haciendo un esfuerzo por enfocar
Porque vamos a ver. A que llamamos desigualdad?  A que los seres humanos son diferentes, diversos, distintos y como consecuencia de ellos les va diferente en la vida?
Y si, es así. Hasta que el  gobierno saque una ley de "igualdad cuidada". No sonría. Hasta esto es posible.
Porque curiosamente nadie reclama mas inteligencia. En eso parece no haber desigualdad. Aunque cueste creerlo, todo el mundo considera tener la suficiente.
O nos referimos a otra cosa. A la desproporción económica, política y social en que se encuentran unos individuos frente a otros.
De eso se trata?
Algo inaceptable por cierto. Y que merece atención y preocupación.
Pero primero enfoquemos. Se trata de un tema moral, en todo caso político. Por cierto de estética. Pero no económico, como gustan de plantear los encrespados.
Porque uno puede pasar en uno de esos coches que se han dado en denominar de alta gama por delante de un menesteroso. Pero eso no es un tema económico. Alguien podrá decir que no resulta decoroso. Otro podrá afirmar que altera el convivir, porque molesta al prójimo agobiado en sus carencias. O que, simplemente, no es armónico.
Hasta puede desatar una guerra, porque  la gente también puede cansarse de que le muestren lo que no puede tener. Y decidir tenerlo por las suyas.
Todo esto es cierto. Pero definitivamente no tiene ninguna trascendencia económica.
Paradójicamente, muchas veces tienen trascendencia económica – y de la buena – las consecuencias de la desigualdad.
Porque si nos fijamos con atención, entre los que hacen a los demás desiguales hay muchos herederos de vivillos. Pero también señores de cabeza gorda, Bill Gates por caso, que por ser desigual al normal de la gente ha hecho un montón por cambiar el mundo. Y aunque de otra manera, lo sigue haciendo, dedicando su riqueza que, si no fuera por él, no se hubiera producido, a facilitarle la vida a mucha gente, en lugar de gastarla en veranear en Villa Gessell. Que no es razonable que tenga tanta? Pues dígame quien le regaló la vara de la razonabilidad
Así que olvidemosnos de los sitios comunes, del desasosiego de monsieur Piketty y de la pesadumbre del Papa. Y tratemos de enfocar.
Ser decentes es nunca abandonar la búsqueda del ideal. Y ser sensatos es entender que ese ideal buscado es algo evanescente, abstracto, impreciso y seguramente tornadizo. Así que no abandonemos la sensatez si queremos ser realmente decentes. Y no dediquemos nuestros esfuerzos a buscar a las trompadas esa igualdad que parece nunca llegar. Como hicieron los que se decían seguidores de Marx, malogrando tantas vidas en pos de una quimera que nunca llegó. Salvo para los dueños del circo, claro.
Y tratemos de entender que la igualdad es una palabra preciosa que debe aplicarse de inmediato cuando se puede.  La igualdad ante la ley, la igualdad de oportunidades, la igualdad de derechos, la igualdad salarial para trabajos similares o con igual productividad. Y tantas otras igualdades posibles que estarán pidiendo estar.
Salvo, para mi gusto, la igualdad del hombre y la mujer, la mas ridícula de las igualdades pretendidas. Porque pertenezco al bando de los que consideran que las señoras deben tener todos los derechos que crean necesarios o que les guste tener. Aunque sean muchos mas que los de los hombres.
Y dediquémonos a aplicar para que cada vez mas gente pueda vivir decentemente y en paz,  más chicos puedan crecer sanos y contentos y todos recibamos mas y mejor educación, mas y mejor servicio médico y mas posibilidades de ser quienes querramos ser. Y que el hambre sea historia.

Y dejemos en paz a la desigualdad. Que a lo mejor ayuda para que la economía funcione mejor y se logren mas rápido las metas, que casualmente, nos lleven a ese ideal de la igualdad.

jueves, 19 de marzo de 2015

ACERCA DEL PUTERIO

Alguna vez debemos abordar, con realismo y sin eufemismos, el tema de la homosexualidad. Porque presumo - nada mas que presumo - que somos muchos los que ya estamos un poquito cansados de las vueltas que se le da al tema. Lo último, la andanada de Elton John contra Dolce &Gabana o contra Gabana&Dolce. O lo que sea.
Pues vea usted. Soy de los que creo – como seguramente muchos – que cada uno puede hacer lo que plazca con los instrumentos que la ha brindado la naturaleza para divertirse o reproducirse o activar sus calentamientos. O para mostrar, en el caso de las mujeres. En fin, para lo que sea.
Y es problema de cada quien si le gusta el chofer del colectivo, la renga de la otra cuadra, anibal fernandez o una muñeca inflable.
Y ya está bien de criticar a los señores que prefieren al chofer del colectivo que a la señorita de al lado. Lo de anibal fernandez es diferente porque ya entraríamos en el campo del ridí-culo.
Y me parece magnífico que el chofer del interno 54 de la línea 60 contraiga matrimonio con el motorman de la línea Mitre del ferrocarril. Y que vivan juntos y coman perdices.
Y hasta me entusiasma – porque seré un machista asqueroso – que las dos señoritas de al lado decidan compartir su vida. Es mas. Me gustaría tener una ventana que de a ese estupendo hogar conyugal.
Y si. Que le voy a hacer. Me gustan las mujeres. Fisicamente ni hablar. Pero además para hablar. Me resultan mas interesantes.
Afortunadamente– y a pesar de las opiniones en contra – el mundo progresa en muchas cosas. Y una de ellas es dejar en paz a los que no miran para adelante como la mayoría sino que prefieren las puertas traseras  como único lugar de acceso.
Ya bastante tienen los pobres que transportar. Y no me estoy refiriendo a los testículos. Si no al enigma de ser nene o nena.
Y hay que ser firme en defenderlos, porque todavía, en muchas partes del mundo, consideran que hay que hacerlos desaparecer.
Eso si. A mi también déjenme en paz. Terminen con el marketing del puterío. Con los viejos que se pintan los labios, esconden la pistola debajo de la pollera y son festejados como ídolos por la basura de la televisión.
Y también terminen con la pretensión de adoptar chicos. Porque no se trata de lo que quieran o dejen de querer. Me importa un rábano lo que quieran o dejen de querer. De lo que se trata es del bienestar de los niños. Ese es el bien jurídico protegido, agrega mi mal formación de abogado. Y como la inmensa mayoría de los niños cuentan con un papá y una mamá, resulta conveniente que a los que no lo tienen le adjudiquen como progenitores a una pareja heterosexual. Por pequeñas cosas nomás. Por ejemplo para que le cuente al amiguito que le vio el pito a su papá. Y que su mamá no tiene pito. Porque parece      que es lo que le pasa a todo el mundo. O a la inmensa mayoría.
Y además – en la Argentina al menos – hay mas demanda de chicos que oferta de padres. Claro que si cambiara la tendencia volveríamos a hablar.
Porque – siempre pensando en lo niños – sería mejor que el niño le cuente a su amiguito que  su papa y su mama tienen pito  a que le cuente que vive en una oficina pública para niños expósitos y que le vio el pito a anibal fernandez, el hombre que la dirige.


lunes, 9 de febrero de 2015

OJITO CON MI AMIGO

El hombre era un hèroe. Antes de serlo. Bastaba escuchar sus medulosos discursos de campaña allà y acullà para entender su magnitud de estadista.
Se olìa su volùmen de dirigente de fuste. Diferente. Al punto que con solo hablar de ella se apuntò el premio nobel de la paz.
Oscurito, para mas datos y para mostrar la diferencia, frente a tanto desteñido agresivo y partidario  de los desastres que parece haber dejado el pibe de doña Barbarita y don Jorge  Bush father.
Claro. El amor es veleidoso. Y generalmente breve. Porque las fantasìas tienen la mala - o buena - costumbre de agotarse. Eso es lo que las hace indispensables. Y fantasìas.  Despuès solo queda convivir con la quimera extenuada. Contrastàndola con la realidad de a pie.
Y apenas comenzada esta etapa, tambièn comenzaron los cuestionamientos. Las crìticas. Hasta las descalificaciones. Generalmente de los mismos que fueron perdiendo el tono colorado que habìan tomado las palmas de sus manos de tanto aplaudirlo. 
Lo mas generosos de los crìticos reconocen su capacidad intelectual, añadiendo que con eso no alcanza para ser un presidente como la gente. Y los menos generosos lo comparan con el bonachòn de Carter.
Asì que es un buen ejercicio sentarse a la vera del sendero que todavìa transita cojeando el ungido para ver como pasa.
Y es que a mi me parece que pasa muy bien. 
Vamos a ver. Su primera batalla resultò èpica. Fue para lograr la aprobaciòn de su politica de salud. Tratando de acoplar un algo de solidaridad a lo que, sin duda, es la mas avanzada medicina del mundo.
La lucha fue cruel y mucha.Por dos razones evidentes. La primera es que parece que Estados Unidos es una repùblica, donde el congreso y los jueces tambièn tienen cosas que decir. Y la segunda es que el partido opositor anda un poco inflexible con la bondad. Especialmente los acostumbrados a tomar el te con scons y rifle.  Eso si. Agradecièndole a Dios antes de empezar con el primer scon y el primer tiro.
Claro que la ley finalmente saliò media desilachadita. Como presumìamos. Por lo menos yo y el ungido. Y para colmo los muchachos del scon y el rifle amenzan con derogarla apenas puedan.
Asi que el de las palmas coloradas dejò de aplaudir y anotò un rotundo fracaso del presidente de otro color. 
Y para colmo - pensaron - el investido no pudo ni siquiera medio solucionar el problema inmigratorio.De nuevo. Los opositores estaban enojados. Y desde las ùltimas elecciones son mas.
Asi que nuestro amigo se tuvo que conformar con la regularizaciòn media disimulada que, en apoyo de su propuesta de reforma migratoria, ofrecen varias ciudades que cuentan como Nueva York, Los Angeles, San Francisco o Washington. Los DNI locales que parecen frenar las deportaciones. 
Pero eso no fue todo. Sus promesas sobre la vuelta a casa de los soldados y el cierre de la base de Guantànamo se desvanecieron de sus tiempos.
Se desvanecieron? O lo que se desvaneciò fue el pensamiento de los acostumbrados a aplaudir cualquier señuelo y criticar cualquier acciòn que no finalice completa, acabada, redonda, perfecta en la forma y en los tiempos.O exactamente como les gusta.  Bah...acostumbrados a criticar todas las acciones.
Eso si. Los mismos que  denostaban a los americanos y en especial a Jorgito por su imperialismo y su violencia y que se enamoraron de don Barack por su promesa de multilateralismo y acuerdos para enfrentar los problemas , ahora andan diciendo que al mundo le falta timòn.
Vaya usted. Que còmodo les quedaba a los dirigentes reclamantes tener a alguien que les hiciera el trabajo sucio y ademàs les diera argumentos para criticarlo. Pero claro, ahora tienen que mostrar que era cierta la pretensiòn de multilateralismo y asumir las responsabilidades correspondiente. Mucho que perder y poco que ganar.
Asì que don Barack lo ùnico que nos trae son problemas. Con Jorgito era muy distinto. El se encargaba de hacer lo que habìa que hacer y nosotros de aprovechar las ventajas de su hacer. Y de putearlo de cara a la galeria..
Y para colmo todo se fue de madre con este pusilànime. Que hizo desaparecer la "pax americana". Asì que ahora todo està convulsionado. Especialmente en los paìses àrabes que empezaron con las primaveras que tanto nos ilusionaron y terminaron en un invierno con temporal y todo. Si los tiros y las bombas ya suenan al lado de mi casa. Y hasta vamos a tener que echar a los revoltosos.
Esto con Jorgito no pasaba. El se encargaba. Y tenìa un cuero duro para recibir las puteadas del los bienpensantes.
De lo que pocos hablan es de la economìa, que resulta ser un tema bastante importante para evaluar el èxito o el fracaso de una administraciòn.
Porque Jorgito habìa dejado un crisis medio considerable. A tal punto que no se conocìa otra igual desde el año 30. Y hoy la economìa americana parece boyante. Por lo menos comparada con las demàs. Claro, no es mèrito de èl sino de Ben Bernancke y de Timothy Geithner
Y ahora, para colmo, quiere reanudar las relaciones con Cuba. Despuès de cincuenta años!!! exclama alarmado un senador de Minesota que bordea los ochenta, de los cuales se pasò 50 de curial por el partido hoy opositor.
Claro que tendrà el agradecimiento de los cubanos y de la gente normal. Y hasta de Raùl Castro, que està deprimido porque tiene la heladera vacìa. No tanto del barbudo màximo,  en el supuesto que todavia no estè rindièndole cuantas al otro barba.  Que pensarà lo peor de don Barack. El ùnico que lo dejò sin argumentos. Peleàndose con el espejo. 
Y para colmo esta esperanza de color se mostrò distante con el atentado ocurrido recientemente en Parìs. Cuando todo el mundo  caminò por las calles de Paris expresando su repudio a este inaudito atentado. Incluso un apostol de la paz como el bueno de Benjamín Netanyahu.
Solo se limitò a repudiar el hecho. 
Parece que a don  Barack y a su nuevo amigo Francisco no les entusiasman las sobreactuaciones. Que por supuesto rechazan la violencia y defienden la libertad de prensa. Pero no estàn muy de acuerdo en andar ofendiendo gratuitamente a la gente que cree que Mahoma era un pibe fenòmeno, que Jesus existiò y que Abraham fue el iniciador del rally El Cairo -Jerusalen..  
Asì que ojito con mi amigo Barack.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

SILENCIO, POR FAVOR.

Hace tiempo que comenzó a resultarme inverosímil lo que uno lee y escucha en la Argentina. Y aclaro que me refiero solo a lo que dicen y escriben las personas que fundamentan sus decires con conocimiento.
A sentir que las palabras se alejaban cada vez más de la realidad.  Que comenzaban a carecer de significado y finalmente a volverse repetitivas. Y finalmente a reemplazar el mundo real por un mundo onírico, dominado por lo incoherente, lo disparatado y lo ilógico.
Sobre esta curiosa evasión colectiva de la realidad estaba preparando un  comentario cuando en el diario La Nacíon del día 17 de septiembre  encontré el artículo de Alejandro Katz que lleva por título :" Nos acostumbramos a lo inadmisible"
Convoco a los que puedan apreciarlo a recomendarlo a sus amigos y conocidos. No merece zozobrar en esta tempestad  de  palabras.




Nos acostumbramos a lo inadmisible
En la última década, las conductas de los gobernantes han corrido las fronteras de lo verosímil y hoy se juzgan como posibles conductas antes inimaginables, síntoma que refleja el deterioro de una sociedad con menos certezas
Por Alejandro Katz  | Para LA NACION
En otros sitios, o en este sitio pero en otros tiempos, que uno de los más altos cargos del Estado fuera acusado de apropiarse de la fábrica de papel moneda sólo podría haber causado azoro; que se sugiriera de un ex presidente que trasladaba bolsos con billetes debería haber resultado absurdo; que fortunas inmensas transferidas a los concesionarios de los ferrocarriles se hayan desvanecido en el aire debería haber sido incoherente. Sin embargo, aquí y ahora nada de todo eso resulta sorprendente: podría no ser verdadero, pero es verosímil: se non è vero, è ben trovato, se dice en Italia.

Una vez más, las conductas concretas de los dirigentes de la sociedad argentina han corrido las fronteras de lo verosímil y han instalado, en el territorio de lo que es posible hacer, prácticas que deberían ser completamente ajenas a lo imaginable. "Una vez más" significa que muchas veces ha ocurrido; sin embargo, el kirchnerismo ha sido, para esto, extraordinariamente pródigo, y ha contribuido de manera sustancial al deterioro de una sociedad que no termina de encontrar el modo de construir un futuro común.

Ninguna especie animal ha desarrollado comportamientos sociales de la complejidad y extensión que distinguen a la nuestra. Para ello, la biología y la cultura han contribuido realizando esfuerzos enormes que permitieron la selección de rasgos cooperativos, sin los cuales esa complejidad hubiera resultado imposible de alcanzar. De acuerdo con Michael Tomasello, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, con sede en Leipzig, esa disposición para cooperar -que no es exclusiva de los humanos- vuelve distintiva a nuestra especie cuando se suma a otras dos habilidades: la comunicación y el aprendizaje social.

Edward O. Wilson, uno de los más reconocidos biólogos de la actualidad, sostiene que "la selección entre grupos humanos típicamente promueve el altruismo entre los miembros de la colonia. Los tramposos pueden ganar dentro del grupo, quedándose con una parte mayor de los recursos, o evitando tareas peligrosas o rompiendo las reglas; pero las colonias de tramposos pierden frente a las colonias de cooperadores". Así como la psicología evolutiva y la biología de poblaciones han estudiado estas características desde la perspectiva de la evolución, también la sociología ha intentado comprender la razón por la cual nuestra especie produjo esa forma infinitamente elaborada de organización que llamamos civilización, y que tanto para su conformación como para su mantenimiento requiere inmensos esfuerzos individuales y colectivos. En términos evolutivos, el objeto de ese esfuerzo consiste en asegurar el mayor éxito reproductivo posible para nuestra especie; en términos sociológicos, como ha mostrado Norbert Elias, la función del proceso civilizatorio es fundamentalmente la de reducir la incertidumbre respecto del futuro.

Aunque la "conducta" de los genes, según la conocida fórmula de Richard Dawkins, es egoísta, y el comportamiento social es cooperativo, ambos comparten un rasgo común: tanto las estrategias evolutivas como las civilizatorias están orientadas al futuro. Estilizadamente, podría decirse que en el proceso de construcción de la civilización el lugar de la fuerza es ocupado por la palabra: expresada como argumento, como contrato o como ley, la palabra permite saber que los conflictos de valores, de ideas o de intereses no pondrán en cuestión la existencia misma del futuro, como sí lo hace la violencia que, ejercida sobre los cuerpos, cancela todo porvenir posible.

Uno de los rasgos principales del esfuerzo civilizatorio, en su afán de brindar algunas certezas sobre las alternativas del porvenir, consiste entonces en el establecimiento de límites a las acciones del presente: reducir la incertidumbre y actuar en función de "un futuro mejor" exige definir qué conductas son posibles y cuáles no lo son. Pero lo posible, para serlo, debe ser antes verosímil, en el sentido de que debe parecer posible, debe poder ser imaginado antes de convertirse en realidad.

La sociedad argentina expande las fronteras de lo verosímil hasta volver habituales -algunos dirían "naturales"- conductas, prácticas o situaciones que no deberían ser posibles, y que alguna vez no lo fueron. Basta pensar en los recolectores de cartón entre la basura en la ciudad de Buenos Aires: lo que fue una respuesta urgente y desesperada en el momento de la virtual desintegración del Estado y del colapso de la sociedad, se convirtió en algo cotidiano. Aquello que no podía ser pensado se vuelve verosímil; lo verosímil, posible, y lo posible, real. Y lo real, una vez normalizado, convertido en algo natural, adquiere la apariencia de ser justo o, cuando menos, de ser algo que es parte "del orden de las cosas": formas inadmisibles de la miseria, pero también modos más vastos de la anomia o de la corrupción como los que son, hoy, frecuentes entre nosotros.

Como en el caso de las inferencias bayesianas (nombre que proviene del Teorema de Bayes), según las cuales a medida que las evidencias se acumulan se modifica el grado de creencia en una hipótesis, así las conductas individuales y colectivas se van modificando de acuerdo con la espesura de aquello que es verosímil o que es inverosímil en cada momento. La conducta individual y colectiva no se rige solamente por lo que está prohibido, o lo que es ilegal, sino por lo que no puede ser pensado porque la cultura lo expulsó, aunque más no sea provisoriamente, del campo de lo posible.

En cierto modo, la restricción de las fronteras de lo verosímil es la condición de posibilidad del futuro; lo que orienta las decisiones del presente en función de incrementar la probabilidad, como dice Rorty, de que el futuro sea algo mejor. Y, si bien no es fácil decidir qué significa "mejor", quizá sea posible acordar en que el futuro será mejor que el presente en la medida en que los problemas que debamos resolver entonces sean diferentes de los problemas que debemos resolver hoy y de los que debimos solucionar ayer. Sin embargo, la Argentina parece decidida a confrontar siempre con problemas semejantes. Para muchos, esos ciclos de repetición y de fracaso son la reiteración de la condena que los envía a la miseria y al abandono. Para otros, son el fundamento del escepticismo respecto del destino común. Para casi todos son una franquicia para el ejercicio del cinismo, un cinismo que vuelve posible lo impensable, lógico lo absurdo, verosímil lo que nunca debería acontecer.

Se habla mucho de la decadencia de nuestro país. Todo aquello con lo que es posible cuantificarla lo confirma: desigualdad, pobreza, ingresos, educación. Las sociedades humanas, a diferencia de las colonias de insectos sociales, están compuestas por individuos cooperadores que no son solamente, como los insectos, extensiones robóticas de un mismo genoma. Las sociedades en las que predominan los tramposos, escribió Edward Wilson, pierden ante las sociedades de los cooperadores. Cuán fuertemente organizada y regulada está una sociedad depende de la cantidad de cooperadores en oposición a la cantidad de tramposos. Hasta tanto la clase dirigente no sea nuevamente virtuosa, hasta que no actúe en función del futuro común, la tendencia de fracaso no podrá revertirse. Y, para eso, es imprescindible restringir las fronteras de lo verosímil, hacer que determinadas conductas no sean posibles, que determinadas conductas no puedan siquiera ser imaginadas. Volverlas, una vez más, inverosímiles..

viernes, 25 de julio de 2014

HAY QUE FORTALECER LA UNIVERSIDAD

El  siglo XIX fue el siglo de la escuela primaria, el XX el de la secundaria y éste es el siglo de la universidad. En el mundo globalizado, caracterizado por rápidos avances científicos y tecnológicos, no hay posibilidades de progreso económico ni social sin el fortalecimiento del nivel superior del ciclo educativo. Sin esto, será difícil que nuestro país enfrente exitosamente los desafíos de la globalización. Señalemos tres situaciones que enfrentamos en el nivel superior de la educación: mejorar los bajos niveles de graduación, incrementar la graduación en las carreras científicas y tecnológicas y aumentar la incorporación a la universidad de alumnos provenientes de familias humildes dispuestos a estudiar.

Comencemos por reconocer que son pocos nuestros graduados en el nivel superior. De cada 100 personas mayores de 25 años hay más de 40 graduados terciaros en Canadá, Japón, Corea, Israel , Finlandia, Reino Unido y Estados Unidos, y más de 25 en los demás países industrializados. Entre nosotros, apenas 14 han concluido estos estudios superiores, una pobre graduación que es menor a la de nueve países latinoamericanos. Señalemos que en la mayoría de los países para ingresar a la universidad hay que aprobar un examen general tras finalizar el secundario.

La experiencia universal es que cuando se promueve el estudio en la escuela secundaria, crece la graduación final en el nivel terciario. Observemos que en los países industrializados se gradúan nada menos que 70 de cada 100 ingresantes. La explicación es simple: aumenta la dedicación al estudio en el secundario, para así asegurar el ingreso a la universidad.

Nuestra falta de estímulo al estudio para ingresar a la universidad asegura que, por ejemplo, en proporción a la población, tengamos más estudiantes universitarios que Brasil, pero menos graduados. La clave es que nuestras universidades estatales gradúan apenas 27de cada 100 ingresantes, mientras que las brasileñas gradúan 65, o sea, más del doble. Por esta razón, Brasil gradúa anualmente ocho universitarios por cada uno de los nuestros.

Si queremos incrementar nuestra escasa graduación, lo cual es imprescindible para asegurar el desarrollo futuro, debemos comenzar a prestar atención al régimen vigente en países como Brasil (Examen Nacional de Enseñanza Media), pero también en Cuba(Proceso de Ingreso a la Educación Superior) y Ecuador (Sistema Nacional de Nivelación y Admisión). Estos exámenes generales al finalizar el secundario son fuertes estímulos para elevar la calidad de la enseñanza en la universidad, ya que los principales beneficiarios son los alumnos que ingresan bien preparados y así aumenta la graduación final.

El segundo desafío es incrementar la graduación en las carreras científicas y tecnológicas, ya que de cada 100 de nuestros graduados terciarios apenas 14 corresponden a estas carreras. Corea gradúa 31 (lo cual explica su rápido avance productivo) y naciones industrializadas como Francia y Alemania gradúan 26. Pero también gradúan casi el doble que nosotros El Salvador, México, Colombia y Chile. Estamos graduando anualmente 110.000 universitarios, de los cuales casi 50.000 corresponden a Ciencias Sociales, pero la graduación es mínima en carreras esenciales para nuestro futuro. Por ejemplo, graduamos anualmente apenas 57 ingenieros aeronáuticos, 13 ingenieros en minas y 9 ingenieros nucleares. Todos hablamos de Vaca Muerta, pero apenas graduamos 50 ingenieros en petróleo. Tenemos que desarrollar nuestro potencial hidroeléctrico en la Cuenca del Plata y en las áreas andinas para reducir el consumo de energías fósiles contaminantes; además debemos construir obras imprescindibles para protegernos de las inundaciones, pero apenas graduamos 13 ingenieros hidráulicos. Chile gradúa 207 ingenieros cada 100 abogados, nosotros 65. No olvidar que las inversiones en el nuevo mundo globalizado se orientan por la disponibilidad de recursos humanos altamente calificados, factor hoy más relevante que la existencia de recursos naturales, que sí fue predominante en el pasado.

El tercer desafío es aumentar la presencia en la universidad de alumnos provenientes de niveles económicos bajos, ya que la mera gratuidad para todos ha mostrado su ineficacia para aumentar la graduación de alumnos capaces de origen humilde. La gratuidad de la enseñanza pública es altamente progresiva en el nivel primario y secundario, pero no en el universitario, por la simple razón de que son muchos los pobres que no concluyen la escuela secundaria. Además, a ellos no les alcanza con la mera gratuidad, ya que sus familias necesitan que trabajen para sobrevivir. Por eso es necesario no sólo facilitar la incorporación a la universidad de más estudiantes de origen humilde, sino también asegurar que puedan cursar regularmente sus estudios, especialmente en las carreras científicas y tecnológicas. Pero para esto no basta con la gratuidad, redundante para los niveles socioeconómicos altos, pero insuficiente para los pobres.

Necesitamos un nuevo programa de becas que supere los programas actuales, bien orientados pero escasos. El Fondo de Solidaridad Universitaria (FSU) vigente en el Uruguay es un buen ejemplo. Fue implantado hace 20 años con una histórica decisión de política de Estado con amplio apoyo parlamentario. En la actualidad casi el 20% de los graduados de la universidad de la república son becarios de origen humilde, que perciben el equivalente a 250 dólares mensuales; para recibir esta beca hay que avanzar regularmente en los estudios. Los graduados universitarios, que gozaron de la gratuidad estatal durante sus estudios, contribuyen a este FSU a partir del quinto año de su graduación y por 25 años; este año la contribución anual es de 120 dólares.

Este triple desafío que hemos descripto podría ser enfrentado con un mecanismo de financiamiento similar al FSU, con una meta de 100.000 becas a estudiantes de origen humilde que hayan aprobado un examen general al finalizar el ciclo secundario, como el que existe en Brasil, Ecuador o Cuba. Este examen a la finalización del secundario tendría un impacto positivo al aumentar la dedicación al estudio de nuestros adolescentes, al mismo tiempo permitiría identificar a aquellos estudiantes que merecen ser becados para ser universitarios a tiempo completo.Además, si estas becas se concentran en las carreras científicas y tecnológicas, se podría triplicar nuestro nivel de graduación en estas disciplinas.

Es hora de que los partidos políticos definan una nueva estrategia universitaria que apunte a elevar la calidad de la enseñanza y también a una universidad con más inclusión social..


Por Alieto Guadagni  | Para LA NACION
25/7/2014