Cristina y sus cómplices, integrantes ellos de lo que juristas llaman una “asociación ilícita” –es decir, una mafia– que durante años se dedicó a saquear el país, ya están desfilando por Tribunales. ¿Cuántos habrá? Una docena, tal vez más, de emblemáticos que por distintas razones lograron destacarse del montón, personajes como Julio De Vido, Lázaro Báez y José López, a quienes les ha tocado simbolizar la corrupción. ¿Fueron los únicos culpables de lo que sucedió en la Argentina de aquella década ganada? Claro que no, pero sería absurdo pedirle al sistema judicial incluir en la lista de acusados de delitos sumamente graves a los miles de políticos, jueces y otros que, de un modo u otro, colaboraron con los ladrones más notorios, para no hablar de los millones de personas que en privado celebraron sus hazañas, de tal manera que les aseguraban que podrían salirse con la suya.
Todas las sociedades son olvidadizas. Ninguna toma demasiado en serio la idea democrática de que, en última instancia, el pueblo soberano sea responsable de lo hecho en su nombre. Cuando cambia el clima político, la buena gente se siente víctima de un fraude perpetrado por sujetos inescrupulosos que aprovecharon su fe ingenua en la benevolencia de los gobernantes. Es lo que sucedió luego de hundirse la dictadura militar: para la indignación universal, se descubrió de golpe que el régimen había violado sistemáticamente los derechos humanos.
Algo similar, aunque mucho menos truculento, ocurrió al fracasar los proyectos liderados por Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa. Pues bien, ha llegado el turno de Cristina y sus allegados. No cabe duda alguna de que se apropiaron de una cantidad fenomenal de dinero, pero no se trata de una novedad, ya que se hicieron oír las denuncias en torno a la rapacidad de Néstor y su esposa antes de que, por voluntad popular, pudieran hacer de la Casa Rosada su centro operativo, mientras que en los años siguientes ni siquiera intentaron ocultar las maniobras claramente ilegales que los ayudaron a expandir sus negocios.
Para defenderse contra los resueltos a reemplazar los principios éticos de la Argentina de la década ganada por los presuntamente vigentes en el país actual, Cristina se afirma víctima de una campaña “político-mediática”. La verdad es que no se equivoca. Fue gracias a la política, en un sentido muy lato de la palabra, que la cúpula kirchnerista pudo continuar acumulando plata hasta que, por un margen estrecho, el electorado decidiera entregar el gobierno nacional a Mauricio Macri. No es que sus integrantes hayan engañado a la ciudadanía durante más de doce años; no les fue necesario. Para muchos, todos los políticos son corruptos de suerte que a su juicio sería injusto ensañarse con los kirchneristas, mientras que abundan los “luchadores sociales” e intelectuales resentidos que aprobaban su conducta por suponer que incomodaba a los oligarcas y otras alimañas neoliberales. A juzgar por las encuestas de opinión, todavía quedan varios millones de militantes de la corrupción vengativa convencidos de que, por portación de apellido, Macri es mucho peor.
Como no pudo ser de otra manera, Cristina quiere ubicar sus propias tribulaciones en un contexto continental. Las compara con las sufridas por Lula y Dilma en Brasil y, si bien con frecuencia decreciente, las de Nicolás Maduro en Venezuela. Después de su encuentro con el juez Julián Ercolini, dijo que todos “los líderes que pelearon por los más desposeídos” están bajo ataque, pero pasó por alto el que, con escasas excepciones, los protagonistas del ciclo populista que fue posibilitado por el boom de las materias primas o “commodities” hayan sido llamativamente corruptos.
A diferencia de los socialistas de antaño, que sí solían ser personas austeras ajenas a las tentaciones consumistas, sus hipotéticos herederos comparten los gustos y la falta de escrúpulos de sus presuntos enemigos ideológicos. He aquí la razón principal por la que en buena parte del mundo, no sólo en América latina sino también en Europa y Estados Unidos, el izquierdismo tradicional, irremediablemente aburguesado, está batiéndose en retirada. Parecería que, al darse cuenta de que sus objetivos declarados eran inalcanzables, los dirigentes se desmoralizaron por completo.
Tal y como se perfilan las cosas, Cristina, De Vido y compañía terminarán entre rejas. Desgraciadamente para ellos, por ahora cuando menos la inexorable lógica judicial importa más que la política. Por cierto, parece poco probable que en los próximos meses el país experimente la convulsión salvadora con la que sueñan los incondicionales de la ex presidenta. En cuanto al “quilombo” que amenazan con armar los militantes más fogosos si a alguien se le ocurre tocar un pelo de la señora, se ha reducido tanto su poder de convocatoria que, si organizaran protestas, los frutos de sus esfuerzos serían manejables.
Por lo demás, aunque Macri y otros referentes de Cambiemos insisten en que todo está en manos de la Justicia, de suerte que sería inútil pedirles que indultaran a los jefes kirchneristas, tanto ellos como los jueces y fiscales involucrados están midiendo la temperatura de la calle; lo que detectaron el lunes pasado cuando por si acaso blindaron el edificio totémico de Comodoro Py, les habrá persuadido de que el eventual encarcelamiento de Cristina no plantearía peligros excesivos, pero que les sería contraproducente dejarla en libertad a pesar de los cargos contundentes en su contra, ya que muchos lo tomarían por evidencia de su solidaridad para con otros miembros de la corporación política.
En vista de que ya es rutinario que, una vez caído en desgracia un gobierno, dos o tres “emblemáticos” den con los huesos en la cárcel, sería natural sentir cierto pesimismo frente al drama en que Cristina está desempeñando el papel principal. ¿Es el comienzo de un cambio permanente, uno equiparable con el que, gracias al liderazgo del presidente Alfonsín, se produjo en el ámbito de los derechos humanos, o sólo es cuestión de una etapa breve en que todos se comprometen a respetar la ley, después de la cual se reinstaurará la normalidad? Aunque es difícil sentir mucho optimismo, es posible que la escala realmente monumental de la corrupción kirchnerista, combinada con la desfachatez de los protagonistas, haya impresionado tanto a la mayoría que en adelante se niegue a tolerar delitos que antes podrían considerarse consentidos. Si bien nadie sabe con exactitud cuánto fue desviado de las arcas públicas para llenar las bóvedas y cuentas bancarias de la familia y sus amigos de la siempre embrionaria “burguesía nacional”, algunos, empezando con Elisa Carrió, creen que se trataba de miles de millones de dólares contantes y sonantes.
De ser así, el saqueo habrá contribuido mucho a depauperar el país, despojando a lo que aquí hace las veces de un Estado de plata para gastar en hospitales, colegios e infraestructura imprescindible, pero aún más costoso, si cabe, es la influencia perversa de la mentalidad de los corruptos que se sienten obligados a subordinar todo a sus propios negocios. Cuando los jefes máximos se hacen famosos por su codicia, carecerán de la autoridad moral precisa para hacer desistir a los demás. El resultado inevitable es que el Estado, capturado por una corporación política insaciable, se convierte es un inmenso chupasangre que quita la vida al resto de la sociedad. No extraña, pues, que la Argentina no se haya visto del todo beneficiada por una coyuntura internacional favorable comparable con aquella de fines del siglo XIX e inicios del XX que sirvió para enriquecerla. Por el contrario, la perjudicó.
Según Cristina y sus simpatizantes, sus problemas con la Justicia son causados por macristas deseosos de distraer la atención de los “desposeídos” del desastre que, por maldad congénita, se las han ingeniado para provocar. Según los macristas y, desde luego, un sinfín de miembros del “círculo rojo” mundial, las desgracias del país son en buena medida obra de los kirchneristas que lo trataron como una fuente de botín y, en la fase final de su gestión, dejaron a sus sucesor un campo minado que, apostaron, pronto estallaría para que pudieran regresar antes de que cobrara fuerza la prevista ofensiva judicial.
Son dos “relatos” radicalmente distintos. Por haber sido tan rampante la corrupción de los años K, el macrista lleva las de ganar y, aunque sólo fuera por la necesidad de sobrevivir, los partidarios del nuevo orden no tienen más alternativa que la de subrayar la contribución de sus antecesores en el gobierno a la debacle económica. A comienzos de su gestión, Macri y sus asesores querían minimizar la gravedad de la situación heredada por suponer que sería mejor decirles a los inversores en potencia que los problemas no eran tan profundos como era razonable creer, pero desde entonces han cambiado de opinión. Al resistirse a convalidar la estrategia gubernamental, Cristina privó a Macri y sus seguidores de motivos para brindar la sensación de estar dispuestos a ofrecerle la protección oficial que necesitaría para conservar su libertad, lo que a buen seguro ha incidido en el estado de ánimo de aquellos jueces y fiscales que están acostumbrados a dejarse influir por los vientos políticos.
James Neilson
Revista Noticias
6 de noviembre de 2016
domingo, 6 de noviembre de 2016
sábado, 5 de noviembre de 2016
MI AMIGO BARACK OBAMA COMO EDITOR INVITADO DE WIRED
Soy un tipo que creció mirando Viaje a las estrellas, y
mentiría si dijera que esa serie no tuvo al menos alguna pequeña influencia en
mi visión del mundo. Lo que me encantaba de ella era su optimismo, la creencia
fundamental en su base de que la gente en este planeta, con todos nuestros
antecedentes disímiles y nuestras diferencias lisas y llanas, podemos unirnos
para construir un mañana mejor.
Todavía creo en eso. Todavía creo en que podemos trabajar
juntos para mejorar la suerte de las personas aquí en casa y en todas partes
del mundo. Y aun si nos queda por avanzar en materia de viajes a velocidad
superlumínica, todavía creo que la ciencia y la tecnología son los conductos de
transcurvatura [el sistema de desplazamiento ultraveloz que los Borg
descubrieron, en la serie] que aceleran esa clase de intercambio para todos.
He aquí otra cosa en la que creo: estamos mucho mejor
capacitados que en cualquier otra época para asumir los desafíos que
enfrentamos. Sé que eso podría sonar en contradicción con lo que estos días
vemos y escuchamos en la cacofonía de los noticieros de televisión y las redes
sociales. Pero la próxima vez que a nos bombardeen con afirmaciones
desmesuradas sobre cómo nuestro país está perdido o que el mundo se deshace en
pedazos, saquémonos de encima a los cínicos y los que quieren medrar con el miedo.
Porque, en verdad, si tuviéramos que elegir cualquier momento del transcurso de
la historia humana para vivir, elegiríamos este. Aquí en los Estados Unidos y
ahora mismo.
Comencemos por el panorama general. Por donde se lo mire,
este país es mejor, y el mundo es mejor, que era hace 50 años, 30 años o
inclusive ocho años. Dejemos a un lado los tonos sepia de la década de 1950,
cuando las mujeres, las minorías y las personas con discapacitadas quedaban
excluidas de partes enormes de la vida nacional. Sólo desde 1983, cuando
terminé la universidad, han bajado las tasas de cosas como el delito, el
embarazo adolescente y la pobreza. La expectativa de vida ha aumentado. El
porcentaje de estadounidenses con educación superior también ha aumentado.
Decenas de millones de ciudadanos han obtenido hace poco la seguridad de un
seguro de salud. Las personas negras y latinas han ascendido en las jerarquías
que lideran nuestro comercio y nuestras comunidades. La cantidad de mujeres en
nuestra fuerza de trabajo es mayor; también ganan más dinero. Las fábricas,
silenciosas en el pasado, han revivido, y sus líneas de montajes producen en
masa los componentes de una era de energía no contaminante.
Y del mismo modo que los Estados Unidos han mejorado,
también lo ha hecho el mundo. Más países conocen la democracia. Más niños van a
la escuela. Es menor el porcentaje de seres humanos que sufren hambre crónica o
viven en la pobreza extrema. En casi dos docenas de países —incluido el
nuestro— hoy las personas tienen la libertad de casarse con quien amen. Y el
año pasado las naciones del mundo se unieron y forjaron el acuerdo más amplio
en la historia de la humanidad para combatir el cambio climático.
Esta clase de progreso no ha sucedido por sí solo. Sucedió
porque la gente se organizó y votó por perspectivas mejores; porque los líderes
pusieron en práctica políticas inteligentes y con visión de futuro; porque los
enfoques de los pueblos se ampliaron, y con ellos las sociedades también lo
hicieron. Pero este progreso también sucedió porque le pudimos hallar una
vuelta científica a nuestros desafíos. La ciencia es el modo en que hemos
podido combatir la lluvia ácida y la epidemia del sida. La tecnología es lo que
nos permitió comunicarnos de un océano a otro y sentir empatía mutua cuando un
muro cayó en Berlín o apareció una personalidad de la televisión.
Esa es una de las razones por las cuales soy tan optimista
sobre el futuro: el movimiento constante del progreso científico. Pensemos en
los intercambios que hemos visto sólo durante mi presidencia. Cuando asumí,
abrí nuevos caminos al dejar de a poco la Blackberry. Hoy
leo mis resúmenes informativos en un iPad y exploro los parques nacionales con
un casco de realidad virtual. ¿Quién sabe qué clase de cambios esperan a
nuestro próximo o próxima presidente y a los que le sigan?
Por eso centré esta edición en la idea de las fronteras:
artículos e ideas sobre qué hay detrás del horizonte siguiente, sobre qué se
halla al otro lado de los obstáculos que todavía no hemos vencido. Quería indagar
en cómo avanzaremos más allá de donde estamos hoy para construir un mundo que
sea aun mejor para todos nosotros: como individuos, como comunidades, como país
y como planeta.
Porque en verdad, aunque hemos grandes avances, no nos
faltan desafíos por delante. Cambio climático. Desigualdad económica.
Ciberseguridad. Terrorismo y violencia armada. Cáncer, Mal de Alzheimer y
superbacterias resistentes a los antibióticos. Al igual que en el pasado, para
superar estos obstáculos vamos a necesitar a todo el mundo: los que diseñan las
políticas y los líderes comunitarios, los maestros y los trabajadores y los
activistas de base, los presidentes y los inminentes ex presidentes. Y para
acelerar ese cambio, necesitamos a la ciencia. Necesitamos a los investigadores
y a los académicos y a los ingenieros; a los programadores, los cirujanos y los
botánicos. Y, más importante, necesitaremos no sólo a la gente del MIT o de
Stanford o del NIH pero también a la mamá de West Virginia que se las arregla
con una impresora 3D, a la muchacha que aprende a codificar en el sur de
Chicago, al soñador de San Antonio que busca inversores para su nueva
aplicación, al papá de North Dakota que aprende nuevos conocimientos para así
poder ayudar a liderar la revolución verde.
La cuestión es que hoy necesitamos a grandes pensadores que
piensen en grande. Que piensen como cuando mirábamos Viaje a las estrellas o
Inspector Gadget. Que piensen como los niños y las niñas que conozco cada año
en la Feria de
Ciencias de la Casa
Blanca. Comenzamos esta actividad en 2010 con una premisa
simple: hay que enseñarles a nuestros muchachos y muchachas que no sólo el
ganador del Super Bowl merece ser celebrado, sino también el ganador de la
feria de ciencias. Y cuando conozco a estos jóvenes, no puedo evitar imaginarme
qué podría estar por venir: ¿qué podría pasar en la Feria de Ciencias de la Casa Blanca en cinco o
20 o 50 años? Imagino que un estudiante crea un páncreas artificial allí mismo
frente al presidente, una idea que por fin eliminará las listas de espera para
órganos críticos. Imagino a unas muchachas descubren un nuevo combustible que
se basa únicamente en la luz solar, el agua y el dióxido de carbono; a un
adolescente que hace que el voto y el activismo cívico sean tan adictivos como
revisar la línea de Twitter; al niño de Idaho que cultiva papas en una parcela
de tierra traída de nuestra colonia en Marte.
Esa clase de momentos está más cerca de lo que creemos. Mi
esperanza es que estos muchachos y muchachas —quizá algunos de sus hijos e hijas
o nietos y nietas— serán inclusive más curiosos y creativos y seguros de lo que
nosotros somos hoy. Pero eso está en nuestras manos. Debemos seguir nutriendo
la curiosidad de nuestros hijos. Debemos seguir financiando la investigación
científica, tecnológica y médica. Y sobre todo, debemos acoger la compulsión,
que es la quintaesencia nacional, de buscar nuevos horizontes y forzar los
límites de lo posible. Si lo hacemos, confío en que los estadounidenses del
mañana podrán mirar lo que hicimos —las enfermedades que vencimos, los
problemas sociales que resolvimos, el planeta que cuidamos para ellos— y cuando
vean todo eso, les resultará evidente que su tiempo es el mejor para estar
vivos. Y entonces comenzarán otra página de nuestro libro y escribirán el siguiente
gran capítulo en nuestra historia nacional, incentivados para seguir avanzando
hacia donde nadie ha ido antes.
lunes, 26 de septiembre de 2016
LAS MUJERES QUE NO ERAN QUIENES DECIAN SER
Disponible para la compra
en Tienda KINDLE de AMAZON
LAS MUJERES QUE NO ERAN QUIENES DECIAN SER
autor Alejandro Marin
Novela negra rioplatense.
Dos amigos, un economista de
profesión y cocinero por afición y un comisario ex jefe de Delitos Complejos de la Policía Federal,
tratan de desentrañar el misterio del caso que les ha caído entre manos.
La historia viaja entre
Montevideo y Buenos Aires, a veces separada por el río y otras por un desigual
contexto, en donde la margen occidental vive estragada por la mentira, la
corrupción y la burda vindicación de la violencia. Y un decidido esfuerzo
colectivo por negar la realidad de lo ocurrido, en un pasado cargado de arrebato
y animosidad contra quien pensaba distinto.
El relato pinta de cuerpo
entero a los personajes centrales que deambulan por los distintos ambientes,
que los investigadores tienen que recorrer en la afanosa búsqueda de la verdad.
Escrito en un estilo ameno,
donde no están ausentes ni el humor ni la ironía inteligente, el relato le
reserva un pequeño lugar a los avatares de la economía argentina y a la
descripción de sabrosas comidas, en
casos con sus detalladas historias y recetas. Con la convicción que el buen comer y beber, además de un sano
ejercicio para una mejor calidad de vida, también representa una plataforma
desde donde aguzar el ingenio y reflexionar sobre los acontecimientos que
ayudan a encontrar los secretos que uno persigue.
domingo, 4 de septiembre de 2016
EL UNICO INFORME PROFESIONAL SOBRE LA EXPLOSIÓN QUE DESTRUYÓ LA EMBAJADA DE ISRAEL
A raíz de las dos o tres pericias de la Policía Federal ,
de la Gendarmería
y de un arquitecto independiente,
contradictorias en varios aspectos, la Corte decidió convocar a la Academia Nacional
de Ingeniería para que designe a tres peritos, con el objeto de determinar con
la mayor exactitud posible el lugar de la explosión. Así se lo anticipó
telefónicamente Moliné OConnor, vicepresidente de la Corte , al ingeniero Antonio
Marin, presidente de la Academia. Cumplidos
los pasos formales, el presidente de la Academia , con la aquiescencia de su directiva, se
avocó a escoger a los profesionales más idóneos para afrontar la tarea. Había
dos que encajaban naturalmente en el requerimiento. Los ingenieros Arturo
Bignoli, a quien podemos calificar
como "el Favaloro de las
estructuras" y Alberto Puppo,
experto en la materia y, para más, en explosivos. Encontrar el tercero requirió
más ingenio. El ingeniero Rodolfo Danessi, de la universidad de Tucumán.
En este punto voy a ser minucioso en los detalles, arriesgándome a
parecer fatigoso, porque es la parte central de esta charla
Así que teníamos a los tres expertos.
Alberto Hugo Puppo. Ingeniero civil
egresado de la Universidad
de Buenos Aires, miembro de número de la Academia Nacional
de Ingenieria y director del Instituto de Construcciones y Estructuras y de la Academia de Ingenieria de
la Provincia
de Buenos Aires. Director de la Maestría de Ingeniería
Estructural de la Escuela
de Posgrado de la
Universidad Tecnológica Nacional, profesor y decano de la Facultad de Ingenieria de
la Universidad
de Buenos Aires, investigador principal
de los programas de desarrollo tecnológico en el área del comportamiento
estructural de los materiales compuestos en la Whittaker Corporation ,
Research and Development Division, en San Diego, California. Premio
Consagración Ingeniero Camilo Benito Rodríguez de la Academia de la Ingeniería de la Provincia de Buenos Aires.
Arturo Bignoli. Ingeniero civil egresado de la Universidad de Buenos
Aires, con diploma de Honor. Académico titular y ex presidente de la Academia Nacional
de Ciencias Exactas, Física y Naturales.
Académico titular de la Academia Nacional de Ingeniería y desde 2010
Presidente Honorario. Profesor titular de Estabilidad en la Facultad de Ingeniería de
la Universidad
de Buenos Aires. Profesor titular de "Resistencia de materiales.
2do.Curso" en la
Facultad de Ciencias Fisicomatemáticas de la Universidad de la Plata. Rector de la Universidad Austral.
Premio Buge y Born "Ingeniería" del año 1976. Premio centenario Ing.
Enrique Butty del Centro Argentino de Ingenieros, año 1988. Premio “La Ingeniería ” del Centro
Argentino de Ingenieros, año 1996. En 1985 publica "Introducción al
cálculo de la confiabilidad de la estructuras civiles" que mereció el
Primer Premio Nacional de Ingeniería en 1986. Introdujo con él el tema en
nuestro medio en cursos de postgrado. Member of Editorial
International Board of "Engineering Structures"
Butterworth-Heinemann”.
Ha dictado clases en las universidades de Bologna, Padua, Roma, de
L'Aquila, Cataluña, Venecia, Bristol en Gran Bretaña, Chile, Montevideo,
Innsbruck en Austria. Tiene mas de 214 trabajos y publicaciones sobre la materia.
Ha trabajado en la ingenieria de detalle en la Central Nuclear
Atucha I, Atucha II, en el control de la ingenieria de detalle en el complejo
ferrovial Zarate- Brazo Largo y en la ingenieria de detalle del proyecto
ejecutivo del Complejo Hidroeléctrico Yacyretá.
Rodolfo Francisco Danessi. Ingeniero en Construcciones egresado de la Universidad Nacional
de Tucumán. Magíster en Ciencias de la Rutgers The State
University , Estados Unidos. Doctor en Ingeniería de la University of London,
Inglaterra. Profesor titular de Mecánica Estructural en la Universidad Nacional
de Tucumán. Académico de número de la Academia Nacional
de Ingeniería. Investigador principal del CONICET. Presidente de la Comisión Asesora
de Ingeniería y Tecnológica del CONICET. Premio Internacional "Thomas
Telfort 1983" , para muchos un
reconocimiento equivalente al premio Nobel en el ámbito de la Ingeniería. Tiene
muchísimas publicaciones sobre su materia en revistas especializadas.
Y estos tres profesionales que,
además de saber algo de esto, son personas honorables y sin ningún
interés mediático o personal, cumplieron
el cometido encargado por la
Corte.
Y establecieron que la explosión se produjo en el interior de la
embajada.
El día 15 de mayo de 1997 se
hicieron presentes en la Sala
de Audiencias de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación , los integrantes de
dicho cuerpo, con la excepción del Dr. Fayt, ausente por razones de salud, otras autoridades judiciales, representantes
de la parte querellante, así como " los señores peritos de Gendarmería
Nacional, segundo comandante perito (R.V.) Osvaldo Laborda, comandante
principal de pericias, ingeniero químico Osvaldo Farré, comandante principal de
pericias, licenciado en química Mario Alfredo Galia , los señores peritos de la Policía Federal ,
Comisario Carlos Néstor López, Subcomisario Raúl Arbor y Principal Daniel
Roberto Seara, señores peritos ingenieros, ingeniero doctor Rodolfo Danessi ,
ingeniero civil Alberto Hugo Puppo e ingeniero civil Arturo Bignoli."
Curiosamente, no asistió el experto israelí Yacok Levi, no obstante haber
sido invitado y, a pedido de la parte querellante, la audiencia no fue abierta
al público.
Los peritos oficiales comenzaron a desgranar sus teorías, contradictorias
entre ellas en algunos aspectos, que ya habían sido profusamente difundidas en
los medios por las declaraciones de los propios profesionales. No se conocen
los antecedentes académicos del comandante Laborda ni de los peritos
policiales. Y las incumbencias del ingeniero químico Osvaldo Farré y comandante
principal de pericias, licenciado en química Mario Alfredo Galia, son
claramente ajenas al tema en cuestión.
Vale la pena leer las actas de esa audiencia para poder apreciar el
conocimiento y, por ende, la claridad y contundencia de la pericia de los
ingenieros designados por la
Academia. Yo solo les voy a leer la respuesta a la pregunta
casi final de la Corte :
“Trabajaron de manera conjunta? ¿Emplearon los mismos métodos de
investigación?”
Respuesta del ingeniero Danessi, que antes había explicado que contó con
la colaboración del Laboratorio de Estructuras de la Universidad de
Tucumán. En este laboratorio, que es un centro de investigación y postgrado,
existe un grupo que trabaja en mecánica computacional, que está integrado por
un conjunto de investigadores que no solo son ingenieros civiles sino que, más
aún, tienen estudios de postgrado realizados en el país y en el extranjero, con
grados académicos de master en ingeniería estructural y doctor en ingeniería.
El grupo está encabezado por el doctor Guillermo Etse, que lo acompañaba en esos momentos.
“Decidimos trabajar de manera independiente, empleando métodos
diferentes, cálculos diferentes y realizando estudios diferentes. El ingeniero
Bignoli utilizó probabilidades físico-matemáticas, el Ingeniero Puppo mecánica
estructural clásica, y nosotros utilizamos la simulación computacional, que en
ese entonces fue una primicia en Argentina por lo novedoso, existiendo avances
solo en los EEUU e Inglaterra. Este método elegido nos permitió obtener un alto
grado de precisión, a tal punto, que pudimos indicar el lugar más probable en
el cual estuvo la carga explosiva al momento de detonar. Cabe aclarar que este
método y las conclusiones a las cuales nos fue posible arribar por su
implementación, nos significaron inclusive reconocimientos desde los EEUU y
Francia.
Pregunta: ¿Los tres Peritos arribaron a las mismas conclusiones, o
tuvieron diferencias? ¿si existieron, podría decirnos cuáles fueron?
Respuesta: No tuvimos diferencias, y los tres peritos arribamos a la
misma conclusión, la cual fue que la explosión que originaría severísimos daños
en la Embajada
de Israel, el Consulado de Israel y alrededores, se produjo en el interior de la Embajada y que la misma
no fue causada por un coche bomba.”
Y tuvieron tiempo para refutar las pericias oficiales y las
interpretaciones conspirativas que circularon.
"Yo he mostrado acá dos fotografías donde aparece una grúa que entró
en el lugar al anochecer de ese primer día. Allí vemos que en la posición que
da para el cráter el informe de Gendarmería Nacional tenemos ubicada una grúa,
con un peso de muchas toneladas, sobre un pavimento que está totalmente
liso..."
Además, tenemos otra cosa más. Nosotros hemos pedido un informe a Aguas
Argentinas , mejor dicho: lo pidió la
Corte por solicitud nuestra. Y nos han informado que con 80 centímetros de
tapada y 80
centímetros hacia afuera de la línea municipal - la
tapada es del plano de la vereda hacia abajo - tenemos ubicado un caño de un
material frágil, de hierro fundido...Entonces, de acuerdo con la posición del
cráter, no es admisible que ese caño no se haya destruído completamente en el
momento de la explosión..."
“También tenemos, con respecto a
esto del cráter, otra cosa que es sugestiva. Quisiera hacer un comentario
particular sobre una apreciación del señor perito de la Gendarmería , que dice
que no se puede hacer un cráter si no es con una explosión. La ciudad de Buenos
Aires está llena de cráteres y no hay explosiones todos los días. Entonces, eso
desvirtúa totalmente esa hipótesis. Con un pico es perfectamente posible hacer
un cráter en unos minutos... Por otra parte, esto está avalado por la muy baja
resistencia que tiene el hormigón en esa zona, de acuerdo con los mismos
ensayos que presentaron esta mañana, que en algunos casos no alcanzan los 10
megapascales."
Y cuando les preguntaron cual era
la posición de los peritos con relación a "lo que ha informado el
perito de Gendarmería respecto de que se mantuvo indemne el sótano de la Embajada , que estaba
abajo - supuestamente - o hubiera estado abajo, de donde se produjo la
explosión” De haberse producida adentro, como afirman los peritos
ingenieros. Al respecto resulta muy
interesante la contestación del Ingeniero Puppo:
"Le agradezco que me lo recuerde, porque era un tema que quería
exponer y lo había dejado de lado. El sótano está ubicado en la parte posterior
de la Embajada ,
en una zona cercana más al Consulado. Es decir, donde empieza el techo a dos
aguas, en la parte de atrás está el sótano. O sea, que no hay sótano donde
presumimos que estaba el centro de la explosión . En realidad, no había , para
decirlo en términos más reales."
Esto da por tierra con ligeras pero muy difundidas acusaciones indicando
que la embajada tenía un arsenal en su sótano.
No obstante esto, el gobierno israelí salió inmediatamente a descalificar
y a negar las conclusiones de esta pericia. Las razones eran evidentes. Si la
explosión fue adentro, hubo una falla en el sistema de seguridad de la
embajada, considerando especialmente que a la sazón estaban en obras y entraban
y salían obreros y materiales. Pero, de todas maneras, guardaron luego un
discreto silencio y trataron de poner un manto de preterición sobre este tema.
Tema que ahora ha logrado volver a tener cierta vigencia por las
circunstancias político - policiales que atraviesa el país.
Lo curioso fue como la Corte aceptó por buena la
tesis de la explosión externa a pesar de lo abrumador de los elementos que
indicaban otra cosa.
Cabe pensar que se trató de una decisión política, inducida por el poder
ejecutivo, a cuyas sugerencias la mayoría de los miembros de dicha Corte se
mostraba permeable.
Y seguramente, de esa manera, evitar una confrontación con el estado de
Israel e indirectamente con Estados Unidos.
jueves, 1 de septiembre de 2016
LOS BANCOS Y EL FABRICANTE DE MAMADERAS
Confieso mi enorme respeto intelectual por Juan Carlos de Pablo. Y
la gran simpatía que me produce su forma de ser. "Seria pero no
solemne"
Esto me lleva a comentar su exégesis sobre una advertencia que, por
abuso de posición dominante, le hiciera a los bancos el organismo público
que trata de evitar prácticas comerciales desleales.
Por lo que pude interpretar, dado que no siempre es fácil entender
todas las palabras que pronuncia y dada la mala calidad del sonido del
televisor en que lo escuché, entendí que no estaba de acuerdo con esta
advertencia.
Para fundar su crítica, recomendó prudencia en la interpretación
de estos temas, para no confundir "posición dominante" con "éxito
comercial."
De acuerdo. Si un señor que fabrica mamaderas logra dominar el
mercado debido a la notable calidad de
su producto, que además hace que los niños automáticamente dejen de llorar
cuando las ven, la sociedad debería premiarlo y no andar averiguando que
porción del mercado de las mamaderas domina.
Pero cuando un grupo de bancos, que concentran algo así como el
78% de los depósitos, dominan el mercado de las tarjetas de crédito con la
marca Visa, pocas dudas caben que se trata de una "posición
dominante" y no de un éxito comercial. Cuando para colmo aplican
comisiones que parecen desmesuradamente superiores a las que perciben los
proveedores de tarjetas de crédito de otros países. Por lo menos esto es lo que
leí.
De
acuerdo a la ley, la noción de "abuso de
posición dominante", definición que encuadra ciertos actos o conductas
anticompetitivas, no es un capricho "nac&pop". Está tomado del artículo 86 del Tratado de
Roma de la Comunidad
Europea y de otros antecedentes, principalmente españoles y
alemanes. Y hasta parece resultar más laxa que la ley estadounidense.
En efecto, se admite como
lícito que un mercado quede monopolizado o dominado por una única empresa, pero
busca penar los abusos que dicho dominio puede originar. Como es el caso.
Para terminar, también convendría tener presente que cuando
hablamos de bancos no podemos desconocer sus prontuarios. Y dejar al margen la
larga, larguísima lista de actividades no solamente anticompetitivas, sino incluso
ilícitas que han ensayado y siguen ensayando.
Y que mientras el fabricante de mamaderas se pasa el día rompiéndose
la cabeza para mejorar aún más su producto y tomar una parte aún mas grande del
mercado, los bancos se pasan el día pensando en como pueden sacarle más dinero
a nuestro fabricante de mamaderas.
viernes, 12 de agosto de 2016
BREXIT
El resultado del referendum llevado a cabo en Gran Bretaña, para
auscultar la opinión de sus ciudadanos sobre la conveniencia de continuar
integrando la Unión
Europea , tuvo un resultado negativo. Ajustadamente negativo.
Pero negativo al fin. O positivo, según estaba preguntado. La mayoría prefirió
irse.
Una rebelión de los viejos. Porque parece que los que votaron por marcharse tienen una edad promedio por
arriba de los 50 años, mientras que la mayoría de los que votó por quedarse
tienen menos de 50 años.
Y a partir de allí comenzaron a escucharse primero los estruendos
y luego las opiniones y consideraciones
sobre las consecuencias de este resultado. Que además pareció un poco
inesperado. No digo que lo haya sido. Solo digo que pareció. Al punto que, hasta
pocas horas antes de su finalización, el desenlace prometía ser el inverso.
Los estruendos fueron los producidos, como siempre, por la
economía. Por los célebres "mercados", los caballeros del
billete, que se apresuraron a tomar
posiciones para no pasar un minuto sin obtener réditos. Estruendos que, como siempre, permitió ganar
dinero a los más listos y a los más descarados. Y detrás, el zapateo de los
asustadizos de a pié, temiendo perder la cartera.
Las opiniones y consideraciones apresuradas, urgidas para el
periodismo necesitado todos los días de
llenar espacios de información, no van a echar mucha luz sobre el tema.
Y también - salvo prudentes excepciones
como la de Dante Caputo - son
apresuradas las conclusiones echadas en el desbande del campo de batalla,
lanzadas desde caballos desbocados que tratan de alejarse del hecho para
encontrarle una perspectiva.
Así que no se trata de dar una opinión. Se trata de ponderar
hechos para desbrozar la circunstancia. Y acercarnos a su significado con cierto
rigor.
Por de pronto, si atendemos la historia, vamos a ver que Gran
Bretaña se mantuvo al margen de la incipiente Union Europea. Y cuando quiso
participar, su ingreso fue vetado en dos ocasiones por el engolado general de Gaulle, a la sazón
presidente de Francia. Los acusó de tener mentalidad "insular y
marítima". Pues mire usted.
Recién
en el año 1973, una vez que don de Gaulle dejara su despacho, el primer
ministro conservador Edward Heath lideró su ingreso a la nueva Europa.
Pero
la historia no siguió pacíficamente, porque la vigorosa señora Tachter rechazó,
en un recordado “speech”, un super estado europeo que pudiera ejercer un nuevo
dominio desde Bruselas. Speech que se
transformó en la bandera de los euroescépticos.
Claro, Margaret Tachter terminó lavando platos y viendo visiones.
Como nos la mostró Helen Mirren en su soberbia película. Así es la vida.
Fue
la llegada de Blair, y del renovado laborismo en los años noventa, lo
que acercó al país al corazón de Europa.
Pero no a aceptar, a libro cerrado, todas las reglas del club.
Porque los británicos están – o estaban - en la Unión Europea. Pero
no del todo.
Resistiendo
gran parte de las políticas comunes que desarrollaron los socios. Como el
llamado “espacio de Schengen”, que eliminó los controles fronterizo entre los
estados miembros. Además de lograr cuatro de las cláusulas denominadas opt-top,
para áreas del gobierno en las que la legislación local prevalece sobre la
legislación comunitaria.
Para
no hablar de la más visible, que es el mantenimiento de la libra y manejar a su
aire la política monetaria.
Y
seguían reclamando excepciones, como el derecho que obtuvo Cameron de no abonar
prestaciones sociales durante cuatro años a ciudadanos europeos que lleguen a
partir de ahora a trabajar en Gran Bretaña.
Además
los brítánicos…vamos, que son británicos. Y a lo mejor tienen mentalidad
“insular y marítima” como decía el bueno de Marie.
El primer hecho que salta a la vista, luego del referendum, es que
la vida sigue. Que la historia no se
acabó, como adelantaron algunos adelantados. Que continúa de lo más campante. Solo se ha presionado el botón de la pausa en la Unión Europea , como
opinó acertada y prudentemente mi amigo Obama.
El
segundo hecho a considerar es que el llamado Brexit nada tiene que ver con las
muchas crisis que, como no puede ser de otra forma, se producen y de producirán en este
experimento en proceso que es la unión de Europa. Para nada fácil..
A
guisa de ejemplo, nada tienen de parecido las amenazas de Grecia de hacer las
valijas. Porque el problema de Grecia es que no le quieren seguir pagando la
fiesta. Mientras el problema de Gran Bretaña, es su falta de voluntad para
seguir financiando festejos ajenos.
Lo
positivo del Brexit es que expone los problemas. Algunos medio difíciles de
solucionar, como sería poner en caja una burocracia asentada en Bruselas, con
sueldos de escándalo, que pone de mal humor a todo el mundo.
Y
otros muy complicados que hay que enfrentar. O sobrellevar de la mejor manera.
Como la pereza de su economía o la oleada inmigratoria, atrás de la cual están
las bandas de descerebrados que, en nombre de Alá o de cualquier verdura, se
dedican a matar gente.
Así
como los otros muchos problemas que, seguramente, planteará a diario un
emprendimiento de la magnitud de la Unión Europea.
Uno de las manifestaciones más notables
del anhelo de paz y bienestar del ser humano, expresada sobre los más de
cincuenta millones de muertos de hace un rato.
viernes, 10 de junio de 2016
EN LA ARGENTINA HACE FALTA UN PUÑETAZO EN LA MESA
Tenemos un día complicado en materia gremial porque hay diversas protestas. Los controladores aéreos están paralizando los vuelos en toda la Argentina por dos días. Afecta tanto a Aeroparque como a Ezeiza y a un total de 30 aeropuertos, por una discusión que me costó a mí entender. Y el gremio de los Camioneros ha dejado al país prácticamente sin combustibles. Son dos paros salvajes que están complicando mucho a la Argentina esta mañana. Es un extravío inaceptable, salvaje, que debiera ser discutido: si sigue siendo posible vivir de esta manera.
Después tenemos un conjunto de medidas que están por tomarse en el sentido de paliar la situación de carácter social que vive la Argentina: la devolución del IVA a jubilados que se ha votado, por supuesto, el acuerdo para sacar el Impuesto a las Ganancias del aguinaldo y el miércoles se votará el blanqueo de capitales con la cuestión de los jubilados, al menos en la Cámara de Diputados.
También aparecen esta mañana imágenes en los medios de encapuchados cortando las calles en el centro porteño custodiados por la Policía. Este grupo que se llama ahora Resistencia Popular. Un grupo ligado al kichnerismo que con palos y capuchas ha vuelto a cortar la Ciudad de Buenos Aires, otra cosa inaceptable. Y hay una preocupación en la provincia de Buenos Aires que Sergio Massa me lo confirmó, en línea con lo que había denunciado Joaquín Morales Solá: el gobierno bonaerense dispuso la entrega de planes sociales, entrega de alimentos, y refuerzo de seguridad en algunas partes como consecuencia de protestas de grupos vinculados con el kirchnerismo.
Tenemos la confirmación de la medida adoptada por el juez Luis Arias, que ha bloqueado el aumento de la luz con excepción de Edenor y Edesur. Yo entiendo el costo dramático del ajuste en materia tarifaria. También es cierto que las empresas tienen aumentos de costos, aumentos de salarios, aumento de impuestos y no pueden subir las tarifas. ¿En cuánto tiempo más la actividad económica de estas compañías se vuelve inviable? No sé, meses.
La pregunta que uno tiene que hacerse es: ¿de qué depende que vengan inversiones a la Argentina? El tema es clave porque este gobierno ha sustituido la prioridad del anterior, el consumidor, siendo que se han consumido en la Argentina todos los stocks, por el concepto del inversor. El inversor juega un papel fundamental en la Argentina que viene porque nos hemos quedado sin energía, sin rutas, sin autopistas, ¡sin nada! Entonces hay que invertir. La figura del inversor es crucial, por encima de la del consumidor, que ha tenido una época de apogeo.
Aún considerando que el gobierno ha removido muchas de las distorsiones y extravíos del gobierno anterior y se ha hecho con éxito: el tema del cepo, de retenciones y demás… Estamos a horas del famoso segundo semestre. Si miramos los resultados hasta el momento, vemos que la inflación sigue siendo muy alta: estamos en un nivel de treinta y pico…40 por ciento. Ojalá baje en el segundo semestre por algún motivo, hasta inclusive dicen que va a bajar por falta de actividad. Tenemos una situación fiscal bastante incierta, nos dijo el señor Espert. Tenemos unos 150 mil empleos perdidos. Tenemos el impacto del tema de las tarifas. Tenemos una baja significativa del nivel de la actividad que lo ha graficado el doctor De Pablo en la última entrega de Contexto y la baja es muy fuerte. Por ejemplo, ponderando los primeros cuatro meses del año la industria cayó 2,4% y la construcción cae 10,3 por ciento. Tenemos a la recaudación por debajo de la inflación. Y tasas de interés que convierten a la actividad productiva en complicada y la actividad financiera, en maravillosa.
Sobre este pronóstico caben tres posibilidades:
– La primera es que Macri lo hizo a propósito. Que el gobierno de los CEO'S, como lo llaman ahora, ha esto hecho esto de modo deliberado para beneficiarse ellos mismos. Esto es un argumento que da vuelta por la Argentina.
– El segundo es que esto es resultado de la bomba, de la herencia anterior, y esto es el estallido del plan bomba.
– Y el tercer argumento es que el plan económico es malo. Que Prat-Gay y su gente no funcionan y la culpa la tiene Macri con independencia de intención.
Vamos a descartar la posibilidad número uno por estúpida. La idea de que el gobierno ha hecho esto de modo deliberado para perjudicar a los argentinos y beneficiar a los ricos no resiste el menor análisis. Entonces nos quedamos con las dos últimas. Con independencia de cuál de las dos posturas sea la correcta (si la culpa es de Cristina, si la culpa es de Macri, o en todo caso una combinación de ambas cosas), en poco tiempo más este debate será viejo. Entrado el segundo semestre esta discusión es vieja, sobre todo, por la vertiginosidad de los acontecimientos. Las cosas van muy rápido y dentro de poco esto va a estar concentrado en el Gobierno, con independencia del desastre anterior (que lo hemos subrayado durante años y yo sigo creyendo que tiene responsabilidad en lo que está pasando).
¿De qué depende entonces que lleguen las inversiones? A mí me da la impresión de que la inversión depende mucho del contexto político. El doctor Juan Carlos De Pablo -que ha estudiado mucho la economía argentina- dice que todos los programas de estabilización de la Argentina han sido de shock y que, finalmente, el gradualismo nunca terminó de funcionar del todo. Pero también nos dice que toda política económica ocurre en un determinado contexto político y a mí me parece que esta es la cuestión fundamental. Acá es donde me parece que hay más dudas: ¿en qué contexto político está la Argentina de hoy?
Es cierto que con independencia de cuánto shock ha habido en los programas de estabilización de la Argentina, en todos los casos en los que la Argentina arrancó -con Menem o Kirchner, por ejemplo- hubo un nivel de orden político.
Una condición previa al debate gradualismo-shock o inversores-consumidores o tarifas es si, efectivamente, la Argentina está frente a la perspectiva de un nuevo orden político o está todavía en una pugna entre un orden que pretende instalarse y uno que no termina de irse.
Si miramos todo lo que está pasando, está claro que hay un orden anterior que no termina de irse. Pero hay una pugna de órdenes. Ayer, por ejemplo, una de las grandes noticias fue la señora de Kirchner con el tema jubilados. Y el inversor antes de ver dónde litiga, lo que hace es mirar para arriba. Y trata de adivinar qué ve. No está claro qué ve: si un orden nuevo que trata de imponerse o un orden anterior que se resiste a finalizar. Y a mí me parece que por acá pasa el debate profundo de la Argentina, con independencia del segundo semestre, que será un poco mejor o un poco peor. Nadie lo sabe.
Lo que le falta a la Argentina es claridad política sobre las intenciones del gobierno en términos de largo plazo. Puesto en otros términos: falta un puñetazo sobre la mesa. Estos dilemas económicos tienen una respuesta en el plano político. En el plano económico después vemos las tarifas, la inflación y la cuestión fiscal. Los inversores y los que toman decisiones, cuando tienen que comprar o vender, lo primero que miran no es el tribunal, es qué pasa, qué ven en materia política cuando ven para arriba.
Comentario editorial de Marcelo Longobardi en su programa Cada Mañana de Radio Mitre.
Después tenemos un conjunto de medidas que están por tomarse en el sentido de paliar la situación de carácter social que vive la Argentina: la devolución del IVA a jubilados que se ha votado, por supuesto, el acuerdo para sacar el Impuesto a las Ganancias del aguinaldo y el miércoles se votará el blanqueo de capitales con la cuestión de los jubilados, al menos en la Cámara de Diputados.
También aparecen esta mañana imágenes en los medios de encapuchados cortando las calles en el centro porteño custodiados por la Policía. Este grupo que se llama ahora Resistencia Popular. Un grupo ligado al kichnerismo que con palos y capuchas ha vuelto a cortar la Ciudad de Buenos Aires, otra cosa inaceptable. Y hay una preocupación en la provincia de Buenos Aires que Sergio Massa me lo confirmó, en línea con lo que había denunciado Joaquín Morales Solá: el gobierno bonaerense dispuso la entrega de planes sociales, entrega de alimentos, y refuerzo de seguridad en algunas partes como consecuencia de protestas de grupos vinculados con el kirchnerismo.
Tenemos la confirmación de la medida adoptada por el juez Luis Arias, que ha bloqueado el aumento de la luz con excepción de Edenor y Edesur. Yo entiendo el costo dramático del ajuste en materia tarifaria. También es cierto que las empresas tienen aumentos de costos, aumentos de salarios, aumento de impuestos y no pueden subir las tarifas. ¿En cuánto tiempo más la actividad económica de estas compañías se vuelve inviable? No sé, meses.
La pregunta que uno tiene que hacerse es: ¿de qué depende que vengan inversiones a la Argentina? El tema es clave porque este gobierno ha sustituido la prioridad del anterior, el consumidor, siendo que se han consumido en la Argentina todos los stocks, por el concepto del inversor. El inversor juega un papel fundamental en la Argentina que viene porque nos hemos quedado sin energía, sin rutas, sin autopistas, ¡sin nada! Entonces hay que invertir. La figura del inversor es crucial, por encima de la del consumidor, que ha tenido una época de apogeo.
Aún considerando que el gobierno ha removido muchas de las distorsiones y extravíos del gobierno anterior y se ha hecho con éxito: el tema del cepo, de retenciones y demás… Estamos a horas del famoso segundo semestre. Si miramos los resultados hasta el momento, vemos que la inflación sigue siendo muy alta: estamos en un nivel de treinta y pico…40 por ciento. Ojalá baje en el segundo semestre por algún motivo, hasta inclusive dicen que va a bajar por falta de actividad. Tenemos una situación fiscal bastante incierta, nos dijo el señor Espert. Tenemos unos 150 mil empleos perdidos. Tenemos el impacto del tema de las tarifas. Tenemos una baja significativa del nivel de la actividad que lo ha graficado el doctor De Pablo en la última entrega de Contexto y la baja es muy fuerte. Por ejemplo, ponderando los primeros cuatro meses del año la industria cayó 2,4% y la construcción cae 10,3 por ciento. Tenemos a la recaudación por debajo de la inflación. Y tasas de interés que convierten a la actividad productiva en complicada y la actividad financiera, en maravillosa.
Sobre este pronóstico caben tres posibilidades:
– La primera es que Macri lo hizo a propósito. Que el gobierno de los CEO'S, como lo llaman ahora, ha esto hecho esto de modo deliberado para beneficiarse ellos mismos. Esto es un argumento que da vuelta por la Argentina.
– El segundo es que esto es resultado de la bomba, de la herencia anterior, y esto es el estallido del plan bomba.
– Y el tercer argumento es que el plan económico es malo. Que Prat-Gay y su gente no funcionan y la culpa la tiene Macri con independencia de intención.
Vamos a descartar la posibilidad número uno por estúpida. La idea de que el gobierno ha hecho esto de modo deliberado para perjudicar a los argentinos y beneficiar a los ricos no resiste el menor análisis. Entonces nos quedamos con las dos últimas. Con independencia de cuál de las dos posturas sea la correcta (si la culpa es de Cristina, si la culpa es de Macri, o en todo caso una combinación de ambas cosas), en poco tiempo más este debate será viejo. Entrado el segundo semestre esta discusión es vieja, sobre todo, por la vertiginosidad de los acontecimientos. Las cosas van muy rápido y dentro de poco esto va a estar concentrado en el Gobierno, con independencia del desastre anterior (que lo hemos subrayado durante años y yo sigo creyendo que tiene responsabilidad en lo que está pasando).
¿De qué depende entonces que lleguen las inversiones? A mí me da la impresión de que la inversión depende mucho del contexto político. El doctor Juan Carlos De Pablo -que ha estudiado mucho la economía argentina- dice que todos los programas de estabilización de la Argentina han sido de shock y que, finalmente, el gradualismo nunca terminó de funcionar del todo. Pero también nos dice que toda política económica ocurre en un determinado contexto político y a mí me parece que esta es la cuestión fundamental. Acá es donde me parece que hay más dudas: ¿en qué contexto político está la Argentina de hoy?
Es cierto que con independencia de cuánto shock ha habido en los programas de estabilización de la Argentina, en todos los casos en los que la Argentina arrancó -con Menem o Kirchner, por ejemplo- hubo un nivel de orden político.
Una condición previa al debate gradualismo-shock o inversores-consumidores o tarifas es si, efectivamente, la Argentina está frente a la perspectiva de un nuevo orden político o está todavía en una pugna entre un orden que pretende instalarse y uno que no termina de irse.
Si miramos todo lo que está pasando, está claro que hay un orden anterior que no termina de irse. Pero hay una pugna de órdenes. Ayer, por ejemplo, una de las grandes noticias fue la señora de Kirchner con el tema jubilados. Y el inversor antes de ver dónde litiga, lo que hace es mirar para arriba. Y trata de adivinar qué ve. No está claro qué ve: si un orden nuevo que trata de imponerse o un orden anterior que se resiste a finalizar. Y a mí me parece que por acá pasa el debate profundo de la Argentina, con independencia del segundo semestre, que será un poco mejor o un poco peor. Nadie lo sabe.
Lo que le falta a la Argentina es claridad política sobre las intenciones del gobierno en términos de largo plazo. Puesto en otros términos: falta un puñetazo sobre la mesa. Estos dilemas económicos tienen una respuesta en el plano político. En el plano económico después vemos las tarifas, la inflación y la cuestión fiscal. Los inversores y los que toman decisiones, cuando tienen que comprar o vender, lo primero que miran no es el tribunal, es qué pasa, qué ven en materia política cuando ven para arriba.
Comentario editorial de Marcelo Longobardi en su programa Cada Mañana de Radio Mitre.
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