jueves, 27 de julio de 2017

MENU

Harto ya de escuchar y leer sandeces  con motivo de la pronta elección de parlamentarios argentinos, me preparé un menú para mi espíritu. Y espero que también para el de ustedes. Quienesquiera sean los que están del otro lado. Esperando que haya alguien,claro.
Yo solo oficio de seleccionador del condumio. Su factura le corresponde a un señor de cabeza gorda. Fernando Savater.
Que no ha mucho me enterneció con un sentido comentario sobre la muerte de Sara, su mujer.
Dijo: “Yo solo escribía para que ella me quisiera mas.”
Para mi gusto, pocas expresiones de amor mas bonitas que esta.
Vamos al menú.
El primer plato es sobre Erich Fromm. Formidable pensador nacido en Alemania cuando comenzaba el siglo pasado. Formidable pero, me parece, no lo suficientemente reconocido intelectualmente.
Claro. No escribió ningún tratado con tapas de cuero y letras doradas; su visión de la vida fue optimista, su espíritu conciliador  y su forma de decir sencilla, llana.
Y don Fernando lo rescata para que Fromm nos aclare el hoy con sus escritos de mediados del siglo pasado.
El plato de fondo es sobre Baruch Spinoza. De origen sefardí, nacido en Amsterdam y considerado uno de los generadores del pensamiento moderno. Y, ni que hablar, de la ética moderna.
No es que lo diga yo. También lo proclamaron Goethe, Hegel, Schelling y otros muchachos mas o menos preparados.
Y don Fernando lo rescata, para ver como se concilian sus ideas con la situación de beligerancia que arrima candela sin fin a israelíes y palestinos.

Este es el menú. Y a esperar porque se va a servir “a la rusa”. Un plato por vez.