Lo peor de la manga de inútiles que vienen ostentando el poder
político y administrando el Estado desde hace décadas (generalicemos que en
general no nos vamos a equivocar), es que te obligan a estudiar temas que no te
interesan en lo más mínimo, salvo que uno esté directamente involucrado.
¿Desde cuándo un tipo como usted o como yo tenemos que perder horas
estudiando la Ley de Quiebras y Concursos para saber si el acuerdo del Estado
con el Correo de Franco Macri es correcto o es una joda? ¿Qué corno nos importa
saber si los montos consolidados de las deudas en las convocatorias de
acreedores son indexables, le corren intereses o quedan congelados? ¿Por qué la
política nos exige investigar estas pavadas en lugar de hacer algo para que
arranque el campeonato de una buena vez así podemos disfrutar de nuestras
murgas preferidas?
Nos pasamos el día debatiendo fallos de la Cámara de Casación, mínimos
no imponibles, pericias balísticas, la coparticipación federal o el
funcionamiento del Consejo de la Magistratura.
¿Cómo puede ser que cuando las familias argentinas se sientan a la
mesa un domingo al mediodía, antes de clavarse el primer raviol, ya están
discutiendo sobre la contraofensiva montonera del ´78?
¿Cuántos matrimonios han fracasado porque el marido puso la libido en
la vigencia de la cláusula pari passu en la refinanciación de la deuda externa
en lugar de focalizarla, por ejemplo, en las tetas de su mujer, ahora que el
tema está tan de moda?
¿Cuántas pizzerías han tenido que cerrar porque su dueño dedicaba más
tiempo a pensar en la emisión monetaria y el déficit fiscal que en la salsa de
tomate, razón por la cual la pizza terminaba siendo un asco?
¿Estará allí el secreto de nuestro fracaso?
¿Será que somos incapaces de delegar con tranquilidad en nuestros dirigentes
para así poder dedicarnos cada uno a lo suyo?
Al menos esta semana pudimos esclarecer y terminar con dos de los
temas que hace años nos distraen de las cosas importantes de la vida.
El primer tema resuelto definitivamente se lo debemos al affaire del
Correo. Según el gobierno, la ley indica que la deuda de una convocatoria queda
congelada hasta llegar al acuerdo final por lo cual es razonable cerrarlo en
los 296 palos del año 2003.
El kirchnerismo dice que no es así y que la deuda real al dia de hoy
es de 4.300 palos teniendo en cuenta que transcurrieron 13 años desde la deuda
original (doce de emancipación revolucionaria hotelera y uno de Macri basura
vos sos la dictadura).
Esto resuelve un debate histórico: si 296 palos se convirtieron en
4.300, eso quiere decir que Moreno mentía. Listo, fin de la discusión: los
índices del INDEC eran truchos. Y Moreno también. O sea, es el mismo
kirchnerismo el que acaba de reconocer públicamente que tuvimos una inflación
de la ostia. Tema terminado. Violín en bolsa, punto ganado para la República y
punto perdido por el kirchenrismo. Chau. Un problema menos en la mesa del
domingo.
El otro tema crucial que se despejó esta semana es mucho más profundo
y viene de larga data. Veamos.
Es evidente que el país está esencialmente dividido en dos sectores
antagónicos.
Por un lado, está lo que la oposición denomina el gobierno de los
CEO’s (Chief Executive Officer) y por el otro, la resistencia nacional y
popular de los SEO’s (Suturen El Orto). Perdón por la grosería pero esto surgió
de las escuchas telefónicas publicadas en las que Parrilli le pregunta a Ex
Ella si va a participar del encuentro del PJ convocado por su presidente José
Luis Gioja, a lo que Ex Ella contesta “que se vayan a suturar el orto”. Una
lady.
Más allá de lo que las escuchas evidencian sobre carpetazos, aprietes,
etc., la contundente frase expresa claramente que el presidente y demás
autoridades del Partido Justicialista se tienen que ir a suturar el orto por
orden de quien cree ser la líder del peronismo.
Y esto nos lleva a uno de los eternos debates de las familias
argentinas: el verticalismo peronista.
¿Hasta dónde un dirigente del campo popular le debe obediencia ciega a
su líder? ¿Dónde está el límite exacto de ese verticalismo?
Desde 1945 y hasta la muerte del General en 1974 estaba claro que el
verticalismo era absoluto e incondicional. El lema “la vida por Perón” lo
resumía todo. Pero de ahí a “suturarse el orto por Cristina” hay una distancia
sideral.
A esta altura, amigo lector, por pudor y respeto a la Ex Investidura,
sinteticemos la frase con la sigla SEO (Suturarse El O…).
Ex Ella le acaba de poner una vara muy alta al verticalismo peronista.
Casi inalcanzable para cualquier dirigente político. Si ofrendar la vida es
duro, SEO es tremendo. Esto, y otras cositas más, le han provocado a la líder
un sordo aislamiento del resto del PJ. No es para menos.
Sin dudas, podrá tener apoyo en las bases, pero difícil que encuentre
muchos dirigentes dispuestos a semejante sacrificio. He allí el problema actual
que enfrenta el peronismo y que lo tiene paralizado.
El Compañero Massa, que es rapidísimo, inmediatamente declaró que va a
trabajar para “suturar las heridas del peronismo”. Posta. Parece un chiste pero
no lo es.
El Frente Renovador ha encontrado un camino. Si yo fuera dirigente del
PJ y tuviera que elegir entre hacerme SEO con Ex Ella o ayudar a suturar las
heridas del peronismo con Massa, no lo dudo ni un minuto. El 1 de Mayo de 1974,
la izquierda peronista (JP y Montoneros) fue descalificada por Perón desde el
balcón de la Rosada. ¿Te pueden decir en la cara “imberbe y estúpido” y después
seguir aceptando el verticalismo? Aquellos muchachos la resolvieron con un
razonamiento insólito: “Perón ya no sabe lo que es el peronismo, nosotros somos
verticales al Perón de antes. Este Perón es un viejo gagá cooptado por el brujo
López Rega, nos vamos de campamento a la clandestinidad”. O sea, estos
muchachos se creían más piolas que Perón. Y lo sostuvieron hasta que con el
tiempo se fueron olvidando del episodio y volvieron a llamarse peronistas como
si Perón nunca los hubiera mandado al carajo, en vivo, en la Plaza y por Cadena
Nacional. Treinta años después, aparecieron los Kirchner para reemplazar
aquella sumisión. Ahora les piden que se SEO. ¿Que dirán los chicos de Carta
Abierta?
A partir de hoy, cualquier dirigente peronista que se someta al
verticalismo de Ex Ella estará reconociendo tácitamente que está dispuesto a
SEO. Por ende, formará parte de un pequeño grupo de valientes pero agravará su
aislamiento y posiblemente termine fuera del partido.
Finalmente, después de 71 años de peronismo, el verticalismo ha
encontrado su límite. Tema resuelto: la vida si, el orto no. Otro asunto menos
para discutir. Pasemos un domingo en paz.
Mensaje para Balcarce: Venga Balcarce.
¡Sit Balcarce! Te me vas a buscar al ministro Aguad, le clavas los
dientes en los tobillos, te lo llevás arrastrando por la calle y se lo tirás en
la oficina a Marcos Peña. Él va a entender.
Mensaje para el Presidente: sigan con el marketing, los focus group,
las redes sociales y todo lo que quieran. Pero sugiero que a partir de este
momento no hagan nada, ni digan nada sin antes consultar con Balcarce. Feliz
cumpleaños macho.
Alejandro Borensztein - Diario Clarín - 12/2/2017